Tour de Francia

Los trucos de Pogacar en la cronoescalada de Peyragudes

El esloveno, al contrario que otros muchos corredores, optó por no utilizar acoples de triatleta en su manillar. Además, prescindió de otros detalles.

Tadej Pogacar sonríe en el podio de Peyragudes.
Marco González
Marco González Paredes (Fuenlabrada en 1991), apasionado del deporte y graduado en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos. Compaginó sus últimos años de carrera como becario en AS, donde inició su formación laboral en las secciones de motor y as.com. A finales de 2018 llegó a Más Deporte, donde actualmente ejerce como redactor de ciclismo.
Actualizado a

Hace cinco años, en su primera gran gesta como ciclista profesional, Tadej Pogacar partió a la contrarreloj decisiva del Tour de Francia 2020 en la Planche des Belles Filles sin ciclocomputador en su bicicleta. A la antigua usanza, sin datos, ni vatios. Fue así, a puro corazón, cómo el esloveno remontó sobre la bocina una ronda francesa que parecía tener perdida ante Primoz Roglic. Ayer, en la cronoescalada de Peyragudes que pudo dejar sentenciado su cuarto título en la Grande Boucle, el bueno de Pogi sí tiró de su dispositivo, pero renunció a otros detalles que le dieron un plus en la etapa.

Las opciones por las que optaron los corredores fueron de lo más variopinta: ruedas de bastones y lenticulares, manillares con acoples de triatleta en bicis convencionales, cascos aerodinámicos… De todas y cada una de esas apuestas prescindió un Pogacar que optó por un plan de lo más vintage. Y es que el esloveno tiró de la bicicleta aero habitual del UAE, con algunas pequeñas variaciones, para tratar de conseguir algunas ventajas en pro de su comodidad. La simplicidad convertida en rendimiento.

Para empezar, Pogi montó una bicicleta sin pintura (de 100 a 200 gramos), sin encintado en el manillar (50 gr) y sin portabidón (20 gr), lo que le otorgó un pequeño ahorro de peso de unos 250 gramos aproximadamente. Algo insignificante para cualquier mortal, pero que en la élite profesional, en la que todo se mide al milímetro, se puede notar. Ahí no quedó la cosa, ya que el esloveno tampoco utilizó los acoples de triatleta para el manillar ni un casco aerodinámico de contrarreloj, como si hizo su máximo rival, un Vingegaard al que superó por 36 segundos.

Noticias relacionadas

El último de sus trucos, que no quedó tan a la vista, lo reveló el propio Pogacar al término de la etapa: “He ido sin radio en la primera parte de la crono, quería ir a tope sin saber referencias, sólo veía los tiempos intermedios. He visto que iba en verde 5 segundos en el primero, en el segundo era un poco mayor y he puesto un poco más de ritmo al final”. Las piernas son lo más importante, pero Pogacar no deja nada al azar. Y a veces, menos es más.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Tour de Francia