La nueva vida de Erviti
El navarro, después de pasar toda su carrera en el Movistar, dio el salto al Ineos como director deportivo. “Me motivaba un cambio”, dice a AS.
La larga trayectoria como ciclista de Imanol Erviti (40 años) estuvo comprendida entre 2005 y 2023. Es decir, hasta hace escasos meses, el navarro rindió sobre la bicicleta, y toda la vida lo hizo con los mismos colores: los del Movistar (en sus diferentes denominaciones). Él ya sabía que eran sus últimos meses como ciclista pero, con su personalidad tímida habitual, sin querer ser protagonista, no quiso anunciarlo durante La Vuelta para no ser foco de atención. En octubre, en el Giro de Lombardía, se puso un dorsal por última vez, y en diciembre, de manera sorprendente, el Ineos anunció su fichaje como director deportivo.
Era su primer cambio de gente en el ciclismo profesional. “Estoy en una época de cambios: de profesión, de equipo, de idioma (practica para potenciar su inglés). Es estar fuera de la zona de confort, y también es algo bonito para aprender, conocer otras dinámicas y entender distintos funcionamientos”, explica Imanol en AS en el Tour de Francia, el primero como director después de los trece que participó como corredor. “Mi llegada fue un proceso largo difícil de resumir, pero básicamente es que ya tenía contacto con ellos (Ineos) de tiempo atrás. Como corredor quisieron alguna vez que viniese, pero no se dio. También hay muchos españoles aquí. Todo fue un proceso”, explica un Erviti que destaca que su amigo de toda la vida y también director del equipo, Xabier Zandio, fue una pieza clave en su llegada.
Desde que supieron de la retirada, en sus últimas semanas como corredor le comentaron esta posibilidad cuando se veían en las carreras. “Me motivaba un cambio, dar el salto y aceptar el reto”, desgrana el ganador de dos etapas en La Vuelta. Sin embargo, todo no fue tan sencillo. Imanol tuvo que pasar varios exámenes y pruebas antes de entrar en una de las estructuras más modernizadas del pelotón: “Fue un invierno muy intenso por las entrevistas, el proceso de selección, sacarme la licencia… y, ya una vez aquí, te cambia mucho la perspectiva de cuando eres corredor. Hay mucho trabajo detrás. Cuando eres ciclistas, tienes la etapa, luego masaje y a recuperar, pero para que todo eso salga bien hace falta mucha planificación, logística y pensar más allá”. A cargo de diferentes gestiones, Erviti tiene clara sus labores en este Tour.
“En las charlas del autobús participo alguna vez, porque todavía tengo muy reciente mi etapa de corredor. También estoy a cargo de la predicción del tiempo y, además, voy por delante de carrera con el Grenadier (un coche muy voluminoso) haciendo el reconocimiento”. Padre de Aimar y June, también Imanol sopesó el estar fuera de casa: “Al final, estás prácticamente los días que cuando eres corredor, pero después no tienes tanta presión de entrenamiento, descanso, fisio… es más libertad”. Con el Movistar mantiene el contacto (justo, en el momento de la entrevista, pasó Enric Mas y se saludaron) y destaca a uno de los corredores estrella de su actual equipo: Carlos Rodríguez. “Su mayor arma es la regularidad y la constancia. Es increíble la cantidad de estrellas que hay en este Tour y cómo evoluciona todo. La innovación que te daba cierta ventaja hace cuatro años ya no te sirve. Es una carrera sin final en la que siempre hay que estar trabajando”, concluye Imanol, cuyo trabajo, especialmente para sus compañeros, fue siempre muy admirado en el pelotón.
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