Isola 2000, La Couillole y la crono de Niza decidirán el duelo Pogacar-Vingegaard en el Tour
La llegada en alto a Superdévoluy, las llegadas a Isola 2000, con Vars y la Bonette, y del Col de la Couillole, y la crono final de Niza decidirán al ganador del Tour 2024.
El Tour de Francia entra en su semana decisiva después de que Tadej Pogacar ganase a Jonas Vingegaard los dos asaltos en los Pirineos con sendas exhibiciones en las cimas de Pla d’Adet, previo pasó por el Tourmalet, y la durísima etapa de Plateau de Beille, donde pese a la valentía de Vingegaard fue Pogacar quien asestó otro duro golpe camino de su tercer Tour. Sin embargo aún no ha sonado la campana en este Tour y aún quedan cuatro asaltos decisivos en la batalla entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard en una de las grandes batallas del deporte mundial. Estas son las cuatro etapas claves que decidirán el Tour de Francia en su última semana.
Etapa 17: Saint-Paul-Trois-Châteaux – Superdévoluy (miércoles 17 de julio)
Tras una merecida jornada de descanso en Gruissan y una última oportunidad para los esprinters camino de Nîmes, el pelotón afrontará otra nueva batalla por la general sobre un recorrido de 177,8 kilómetros entre Saint-Paul-Trois-Châteaux y la llegada en alto a Superdévoluy. Una jornada en la que los corredores afrontarán 130 kilómetros que irán picando hacia arriba de forma ligera pero casi constante antes de afrontar unos 40 kilómetros finales muy duros con la subida al Col Bayard (2ª categoría, 6,8 kilómetros al 7,3%), al exigente Col du Noyer, de primera categoría con sus 7,5 kilómetros al 8,1% y que repartirá segundos de bonificación en su cima, y la subida final a Superdévoluy, de tercera categoría con sus 3,8 kilómetros al 5,9%.
Etapa 19: Embrun – Isola 2000 (viernes 19 de julio)
Tras la jornada rompepiernas de Gap, que podría deparar alguna emboscada, el pelotón afrontará la penúltima gran etapa de este Tour con una jornada de 144,6 kilómetros entre Embrun e Isola 2000 con un total de 4.400 metros de desnivel positivo y con los tres puertos de la jornada superando los 2.000 metros de altitud. La etapa arrancará con 20 kilómetros llanos hasta el esprint intermedio de Gillestre antes de afrontar el primer coloso del día, el Col de Vars, puerto Hors Categorie con sus 18,8 kilómetros al 5,7%. La bajada hasta Jausiers llevará a los ciclistas al pie de la Cime de la Bonette, puerto Hors Categorie con sus 22,9 kilómetros al 6,9% y que será el techo del Tour de Francia al coronarse a 2.802 metros de altitud. Una larga bajada de casi 40 kilómetros y 1.900 metros de desnivel llevará a los ciclistas a Isola para arranca la subida final a Isola 2000, puerto de primera categoría con sus 16,1 kilómetros al 7,1% que coronarán a 2.024 metros de altitud y que regresa al recorrido del Tour 31 años después de la victoria de Tony Rominger ante Miguel Indurain en la cima.
Etapa 20: Niza – Col de la Couillole (sábado 20 de julio)
Con la fatiga de la durísima jornada en los Alpes, el Tour afrontará su último gran día en las montañas en un recorrido corto pero muy explosivo de 132,8 kilómetros entre Niza y la subida final al Col de la Couillole con un total de 4.600 metros de desnivel positivo y donde se ascenderán puertos clásicos de las últimas ediciones de París-Niza. La jornada comenzará con la subida casi de salida al Col de Braus (2ª categoría, 10 km. al 6,6%) antes de empezar el primero de los grandes puertos del día, el Col de Turini, de primera categoría con sus 20,7 kilómetros al 5,7%. Tras una rápida bajada y varios kilómetros picando hacia arriba hasta el esprint intermedio de Saint-Martin-Vésubie, los ciclistas ascenderán el Col de la Colmiane, de primera categoría con sus 7,5 kilómetros al 7,1%. Un largo descenso llevará a los ciclistas a Saint-Sauveur-sur-Tinée para iniciar la subida final a un clásico de la París-Niza, el Col de la Couillole, de primera categoría con sus 15,7 kilómetros al 7,1%.
Etapa 21: Mónaco – Niza (contrarreloj individual, domingo 21 de julio)
Si aún no se hubiera decidido el ganador final, el Tour ha preparado para esta edición un último asalto espectacular con una crono individual de 33,7 kilómetros entre Mónaco y Niza. Será la primera vez que el Tour de Francia termina fuera de París (ya que la capital parisina se está preparando para los Juegos Olímpicos) y también será la primera vez que el Tour termina con una crono final desde el año 1989, cuando Greg Lemond le arrebató el maillot amarillo a Laurent Fignon en la lucha contra el crono por las calles de París por tan solo 8 segundos. Una crono muy dura con la subida inicial a La Turbie, de segunda categoría con sus 8,1 kilómetros al 5,6% y que tendrá puntos intermedio en su cima y, tras una breve bajada, las última rampas del Col d’Éze, un clásico de la París-Niza. Desde aquí los ciclistas afrontarán una rápida bajada que les llevará a Niza para unos 5 kilómetros finales planos de una crono que coronará al nuevo campeón del Tour de Francia a orillas del Mediterráneo.
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