‘Batman’ da la talla en el Tour: “Estoy muy orgulloso”
Groenewegen, con unas gafas diferenciales que le protegen la nariz, logra su sexta etapa en el Tour: “Y espero que llegue alguna más”.
La vida del velocista tiene unos minutos, incluso segundos, cuya tensión y pulsaciones que alcanzan pocas veces se iguala en el resto de la carrera. Ayer, en Dijon, la conocida como ‘ciudad de la mostaza’, uno de sus productos estrella, hubo la esperada volata que deparó la sexta victoria en el Tour de Groenewegen, la primera desde 2022 (tierras danesas) con el reluciente maillot de campeón de Países Bajos.
A sus 31 años sigue estando entre los mejores, con cuerda para rato, y estos días fue centro de atención por unas llamativas gafas de sol que también le cubrían la nariz. “Los protectores nasales son para mejorar la aerodinámica, así voy más rápido. Si en el esprint quieres ser lo más rápido posible, tienes que cambiar pequeñas cosas”, dijo días atrás Dylan, sorprendido por la viralidad de sus gafas y ante la reticencia de la UCI inicialmente en su uso.
Pese a su brillante triunfo, el neerlandés no pudo celebrar a lo grande al cruzar el arco… porque no sabía si era el ganador: “Quería enseñar bien mi maillot azul-blanco-rojo, pero la cosa estuvo tan reñida al final que no me atreví a celebrar. Sé que tengo muy buenas piernas y hay muy buenos velocistas en este Tour, cada uno acompañado de grandes ‘trenes’ que les conducen en la llegada. Me encanta enfrentarme a todos ellos. Estoy muy orgulloso de lo logrado y espero que llegue alguna victoria más”.
“Lo de Phlipsen no es profesional”
Jasper Philipsen, dominador de las volatas en el pasado Tour de Francia (sumó cuatro) no está teniendo en esta edición el premio de la victoria. El belga del Alpecin fue segundo ayer en Dijon... pero minutos después la UCI le sancionó para relegarle a la parte final del pelotón por su esprint irregular, además de una sanción de puntos. Un bandazo suyo provocó el temor de Van Aert, que no pudo avanzar más y terminó en séptima posición (sexta finalmente tras la mala conducta de su compatriota).
“Philipsen me volvió a cerrar. Es una mala costumbre suya. No fue muy peligroso porque todavía podía frenar, pero estaba a su altura y me echó directamente a la barrera. Notó mi presencia y no es profesional cerrar la puerta de esa manera”, desgrana el del Visma que, pese a todo, acabó aliviado por no irse al suelo. “Más que enfadado, principalmente estoy contento de haberme mantenido en pie. Me enfadaría si no hubiera sanciones. No es necesario que lo expulsen de la carrera por mí, pero una desclasificación sería adecuada”, reclamó Wout, algo que finalmente sucedió. Por otro lado, el Movistar volvió a estar cerca con Gaviria, tercero (ya fue 2º en Turín): “Seguiré buscando la victoria”.
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