En el Ineos confían: “Es un resultado soñado, pero también esperado”

Carlos Rodríguez, a sus 22 años y en el Tour de su debut, ocupa puestos de podio tras acabar la segunda semana. El de Almuñécar es tercero, el ‘primero del resto’ tras Vingegaard y Pogacar, “que parecen de videojuego”, dijo el del Ineos días atrás. Arrancaba la etapa con un segundo de renta sobre el cuarto, Hindley, y ahora tiene una ventaja de 19 segundos, pero el rival es otro: Adam Yates. El británico, gregario de Pogacar en el UAE, pasa a ser el principal competidor de Carlos por el podio. “Fue muy duro. Al final intenté seguir mi ritmo, porque Vingegaard y Pogacar tienen un punto más que yo. Por lo menos esta vez no me veía con piernas para seguirlos. Fui lo más rápido que pude. Perdí algo de tiempo con Adam Yates pero hemos sacado tiempo a los demás favoritos. Tenemos que estar contentos con el balance”.

Con su tranquilidad habitual, y su ducha nada más llegar al autobús del equipo después de bajar nueve kilómetros desde la meta, destacó su buen estado: “Estoy contento con las sensaciones de haber estado ahí y no haber fallado. Llevaba buenas piernas, pero no tan buenas como los otros tres. Ahora toca recuperar en el día de descanso y coger fuerzas para lo que queda”. Nada más acabar la etapa, AS estuvo con Xabier Artetxe, uno de los principales hombres de confianza de Carlos en el Ineos. “¿Rodillo?”, le preguntó el vasco a su pupilo nada más acabar una buena etapa. Estar a estas alturas tercero de la general con Carlos era un reto ambicioso, pero no algo descabellado.

“Todavía, a corto plazo, queda la crono y la etapa reina el miércoles. De salida, al arrancar el Tour, teníamos a Carlos, Pidcock y Egan de bazas para la general. La lucha era meter a uno de ellos en el top-cinco de la general, y Carlos lo está bordando. No es nada fácil estar ahí, y nuestro corredor lo está peleando. Es un resultado soñado, pero esperado. Ojalá no tenga un día malo”, cuenta Artetxe. El vasco, aunque Carlos no quiso descartar a nadie en la lucha, sí ve ya a Adam Yates como principal rival por el cajón de París. “Hay gente que está fuerte, pero Hindley vimos que está afectado por la caíad del sábado. Esa jornada se dejó tiempo, y ayer volvió a hacerlo. Adam Yates será un hueso muy duro de roer, porque está haciendo un trabajo increíble para Pogacar y aun así ayer también nos metió tiempo. Estará muy complicado, lo sabemos, pero confiamos. Tenemos que ir día a día”, añadió Xabier tras preparar el rodillo para Carlos.

El andaluz tiene en Xabi un gran apoyo, porque es al primero al que se dirige para comentar sus impresiones. El siguiente reto para el nuevo talento del ciclismo español será el miércoles en la contrarreloj, una disciplina de la que fue campeón nacional en categorías inferiores, por lo que se le da bien, aunque la de este Tour será singular por su dureza. “Hay numerosas ramaps, con cambios de ritmo, que le vienen muy bien a Adam Yates. Lo haremos lo mejor posible y con todo lo que esté en nuestra mano”, concluyó Artetxe. Carlos lleva tiempo pensando en esta crono ya que hace una semana, en la primera jornada de descanso en este Tour, salió a rodar con este tipo de bicicleta, preparada por mimo por el Ineos, el que seguramente sea el equipo con más innovaciones materiales en este aspecto.

La ilusión está desbordada en Almuñécar, su localidad, donde cada tarde los vecinos, pese a las altas temperaturas, se echan a la calle para ver a su paisano sobre la bicicleta, haciendo historia, siendo el español más joven en ganar una etapa en lo que puede ser el inicio de un corredor llamado a pasar muchos veranos en las carreteras francesas. Su contrato con el Ineos termina el 31 de diciembre tras cuatro temporadas y, pese a su buen hacer, el Movistar lo dejó cerrado meses atrás para el año que viene.