Vingegaard, a tachar la París-Niza de su lista
El danés afronta su primer gran test de la temporada en una ronda francesa en la que no conoce el triunfo. Su compañero Jorgenson, campeón defensor.


En 2024, Jonas Vingegaard esquivó mucho más que una ausencia en el Tour de Francia, incluso, más que la retirada tras su terrible caída en la Itzulia, donde se fracturó costillas, esternón, dedo, clavícula y sufrió un neumotórax. Después de un redentor segundo puesto en la Grande Boucle que supo a gloria, el danés dio carpetazo a la pasada temporada con la general del Tour de Polonia, un éxito menor para un campeón de su alcurnia. En este 2025, la película puede ser muy diferente…
Vingegaard arrancó este curso como mejor sabe: ganando. Y, en el momento decisivo, convenciendo, con un triunfo en la contrarreloj final de la Vuelta al Algarve que le dio la general (no ganaba una crono desde su estratosférica actuación en el Tour 2023). Un éxito más en una carrera por etapas, su territorio, en la que todavía no conocía la victoria, estadística que pretende cambiar en los próximos días en una de las vueltas históricas más prestigiosas: París-Niza (9 al 16 de marzo). Después de haber conquistado Tirreno-Adriático (2024), Dauphiné (2023) e Itzulia (2023), al danés le toca tachar de la lista la ‘Carrera hacia el Sol’, donde subió al podio en su única participación, hace dos años, por detrás de Pogacar y Gaudu.

En su objetivo de alzar los brazos no estará solo, ni mucho menos, ya que en las filas del Visma compartirá liderazgo con el vigente campeón de París-Niza, un Matteo Jorgenson que afirma llegar en forma pese a su discreto inicio en Omloop y Kuurne: “Esta carrera es sin duda una de mis favoritas del calendario. Será especial empezar con el número uno a la espalda. Tenemos una alineación muy fuerte. Además, tengo muchas ganas de volver a competir con Jonas. Nos llevamos bien y ya hemos demostrado ser un gran dúo en las carreras. Sin duda, tenemos posibilidades de conseguir otra victoria general en Niza”.
La última vez que ambos coincidieron en una vuelta fue en el pasado Tour, donde el estadounidense concluyó 8º y fue un gran apoyo para el danés. “Jonas demostró en el Algarve que está en buena forma. Matteo también demostró en Flandes que se siente fuerte. Es genial que podamos empezar la París-Niza con dos líderes de ese calibre. Naturalmente, aspiramos a conseguir el mejor resultado posible”, explicó con ambición Grischa Niermann, director deportivo del Visma, sobre la buena química que mantienen sus dos corredores. Ambos parten como favoritos ante João Almeida, que lidera un abanico de aspirantes en el que figuran O’Connor, Gall, Arensman, Buitrago, Schachmann y la dupla del Movistar formada por Iván Romeo y Pablo Castrillo.
El recorrido, de más de 1.200 kilómetros repartidos en ocho etapas, cuenta con las señas de identidad de la carrera: jornadas para velocistas, tres finales en alto entre los que destaca la llegada a Auron (7,3 km al 7,2% de media), la particular crono por equipos (marca el tiempo el primer corredor en meta) y el clásico desenlace en el Paseo de los Ingleses de Niza previo paso por míticas ascensiones como el Col d’Eze. La temporada gana ritmo.
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