Verona: “Mas ha sido un ejemplo para todo el Movistar”
Carlos Verona (29 años, San Lorenzo de El Escorial) augura un buen futuro para el Movistar por la fortaleza mostrada por Mas en el tramo final de temporada.
Cambió de aires por diversión y acabó en lo más alto de la Ranxo disputada en Ponts (Lleida), prueba perteneciente a las UCI Gravel World Series que motivó su debut en una cita histórica: la primera edición de los Mundiales de gravel. Después de finalizar en un respetable 26º lugar, Carlos Verona (29 años, San Lorenzo de El Escorial) atiende a AS para valorar esta nueva experiencia y para hacer balance sobre lo que ha sido la temporada del Movistar.
¿Cómo fue su experiencia en ese primer Mundial de gravel de la historia?
-La experiencia fue muy chula, bastante positiva, y se planteó la opción de participar después de lo bien que fue la Ranxo. Al principio dudé un poco, porque mi intención era estar para divertirme y no tanto para competir después de una temporada tan cargada en carretera. Me apetecía disfrutar de la bici de forma más relajada. Luego lo pensé bien y como traía buena forma de la competición no me costó nada. Me lo plantee con el objetivo de aprender.
Además, se mantuvo con los mejores hasta el tramo final. ¿Le veremos en más pruebas de gravel en el futuro?
-Al gravel hay que dedicarle muchas horas a nivel técnico, los pasos de curva... Es muy diferente a la carretera. No es mi punto fuerte y me costaría bastante más que lo que hago en carretera. Pero en momentos concretos de la temporada, viendo que es una disciplina que está en auge, es más fácil que compaginar con otras disciplinas. En gravel, prácticamente puedes copiar las medidas de la bici de carretera y esto hace que no sea un gran impacto a la hora de preparar una carrera de una modalidad u otra.
Para un profesional de carretera sería más factible compaginar un calendario entre carretera y gravel que, por ejemplo, con ciclocross.
-Sí, 100%. La temporada de gravel coincide con la de carretera, se pueden aprovechar los picos de forma y respecto al ciclocross creo que es más fácil de compaginar. Corredores como Van Aert o Van der Poel han demostrado que es viable, pero al ubicarse el invierno el ciclocross pienso que es diferente.
En el Mundial de gravel hubo una gran participación de ciclistas de carretera. ¿Qué les aporta el gravel?
-Yo empecé a practicarlo para pasarlo bien. También me servía para cambiar mi zona de entrenamientos. Muchas veces vas por carretera haciendo series y me apetecía hacer algo diferente. El gravel te da esa oportunidad y sus carreras son de carácter más social que en la carretera. No tiene un carácter únicamente profesional y eso me atraía. A veces nos tomamos todo demasiado en serio.
Respecto a su equipo, ¿qué nota le pondría al Movistar en esta temporada tan particular?
-Diría que un 6. Creo que ha sido una temporada complicada para nosotros. Se ha hecho todo lo que se ha podido con lo que teníamos, pero al final el tema de los puntos nos ha hecho sentir una presión a la que no estábamos acostumbrados. Tener que mantener la categoría nos ha condicionado un poco, pero el Tour fue un punto de inflexión y a partir de ahí vimos otro equipo. Es verdad que nos ha costado.
El equipo ha dado un rendimiento muy superior en el tramo final de temporada en comparación al resto. ¿Cómo se explica este cambio tan grande?
-Son rachas. Cuando las cosas salen parece que todo va bien y cuando no, al revés. Llegan los nervios, te precipitas... Al final de año fue todo bien. Enric (Mas) creo que ha sido un ejemplo para todo el equipo dándole la vuelta a la situación tan difícil que tuvo, porque el Tour no fue nada fácil para él. Es para quitarse el sombrero por cómo ha sabido sobreponerse. Cuando ves que el líder responde de esta manera, eso hace que todo el equipo vaya para arriba de la misma manera. Esto ayudó bastante. La recta final de Alejandro también ayudó un poco, porque corrió sin presión y eso hizo que todo el mundo diera su mejor versión en su despedida.
Y en el caso de su compañero Mas, ¿cómo ha sido capaz de revertir su mala situación en tan poco tiempo?
-Enric es de las personas más trabajadoras y profesionales que conozco en el ciclismo. Y eso es un poco lo que ha pasado, que las cosas caen por su propio peso. En el Tour se dieron una serie de circunstancias que no le ayudaron. Todos somos humanos y podemos pasar por momentos de debilidad o tensión. Al final lo que cuenta es el trabajo que se hace durante todo el año, la disciplina y la seriedad. Él siguió trabajando igual de fuerte o más después del Tour para preparar La Vuelta y al final eso tiene recompensa. Más que sorprendidos estamos realmente contentos de que le hayan salido las cosas porque se lo merecía.
Usted estrenó su palmarés profesional este año con su gran victoria de etapa en Dauphiné. ¿Marca un antes y un después en su carrera?
-No, es un plus simplemente. Cada vez soy mejor corredor y al final es un proceso natural. Voy mejorando, estoy en el buen camino, pero tengo muy claro que lo que mejor se me da y lo que me gusta hacer es trabajar para los demás. Es algo que no quiero cambiar, aunque eso no quita que si tengo oportunidades como la de Dauphiné las pueda aprovechar. Tenemos una segunda unidad en el equipo muy potente y en ese sentido estoy contento de haber dado un pasito adelante y ser un ciclista más completo.
La próxima temporada será importante tras la retirada de Valverde, la llegada de nuevos compañeros... ¿Cómo ve al equipo en 2023?
-Vamos a notar un poco la baja de Alejandro, porque ha sido el buque insignia de este equipo durante mucho tiempo y está claro que habrá un cambio. El haber acabado este año con Enric tan fuerte da mucha confianza y moral. Diría que le hemos visto incluso mejor que Pogacar en algunas ocasiones en este final de temporada. Afrontamos 2023 con un líder que sale muy reforzado y que se ha fortalecido.