Valverde: “Me dan ganas de llorar, pero es el momento”

Alejandro Valverde (42 años) se pone hoy un dorsal por última vez en su carrera profesional, que empezó allá por 2002 y que toca a su fin dos décadas después. Se despide en el Giro de Lombardía y la noche anterior a la carrera la pasa en un hotel cercano al aeropuerto Orio al Serio. Junto a sus compañeros del Movistar, se levantará a las 7:00 horas, tal como está previsto por parte del equipo para los corredores... y si los nervios le permiten aguantar dormido hasta entonces. Atiende a AS en su última entrevista como ciclista en activo y después de que Juan Carlos Escámez, su fiel fisio, le diese el masaje de antes de la cena.

A partir de hoy, tras cruzar la meta en Como, pasará a ser un excorredor. Un día que parecía que no iba a llegar nunca, ¿no?

Así es, la verdad, aunque daba la sensación de que el momento no se producía. Todo llega, y estoy contento, pero al mismo tiempo digo... ufff, es mi última carrera. Tengo un poco de pena.

¿Cómo se siente?

Pues con nervios, tensión... y realmente creo que no es por la carrera como tal, sino por todo en general y lo que supone. Es una sensación extraña, y a veces me dan hasta ganas de llorar, pero es el momento.

¿Y se ha imaginado cómo estará tras cruzar la línea de meta?

No del todo. Lo que sí estaré será muy nervioso en la salida, o eso creo, y luego en la carrera se me irá pasando. Después, una vez termine, sinceramente no sé lo que pasará por mi cabeza.

En total suma 21 temporadas como profesional y 133 victorias, a falta de su última prueba. ¿Qué le dicen esos números?

Pues que no puedo pedir mucho más. Soñaba con ser profesional. Luego, el sueño era mayor: ganar una carrera. Y seguía, y seguía... todo esto no entraba ni en mis mejores sueños, sobre todo lo de ser campeón del mundo.

¿Cuándo cree que se pondrá a ver detenidamente todo lo que hizo en estos años como profesional?

Tendré que esperar un poco. Cuando sea mayor y vea mi palmarés y todo lo que conseguí será también cuando vuelva a emocionarme.

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¿Recuerda su primer triunfo?

Perfectamente. Fue en 2003 en una etapa al esprint en la Vuelta al País Vasco.

¿Y el último?

Claro, este año en Galicia tras ganar la general de O Gran Camiño a principios de temporada.

¿Qué supondría sumar la 134?

Siempre da gusto conseguir victorias, y más en una cita como Lombardía, que esta no la tengo. Pero no cambiaría prácticamente nada a efectos de lo conseguido ya. Estoy muy contento con el final de temporada, y de carrera, que estoy haciendo, con los podios (fue 2º, 3º y 4º estos últimos diez días de octubre en las semiclásicas italianas). Además de todo lo que está consiguiendo el equipo, victorias incluidas. Para mí es el final soñado, y da igual lo que pase hoy.

Son numerosas las personas que le han pedido que no se retire, que siga al menos otro año, pero ¿quién ha insistido más?

Pues han sido tantos... que me costaría decirte alguno. Mis hijos sobre todo, pero ya está bien (entre risas).

¿Llegó a existir la posibilidad, aunque fuera mínima, de que se plantease continuar?

No, en ningún momento. Es algo que tenía bastante claro.

Se retira siendo competitivo y luchando por victorias. ¿Eso reconforta?

Siempre da gusto saber que estás al más alto nivel. Todo lo que vimos en las carreras recientes en Italia será similar hoy en Lombardía, con tres o cuatro corredores más que se unirán a la lucha. Estoy a mi mejor nivel, y eso que estamos en otra época de ciclismo.

¿Su mejor nivel del año, junto a las Ardenas (fue 2º en la Flecha, entre otros resultados), es el de ahora?

Pues diría que sí, me veo con unas piernas increíbles. A La Vuelta sabía que no llegaba con las buenas piernas que tengo ahora. No quiere decir que estuviese mal, pero ni mucho menos era yo. Antes de la propia Vuelta me pasaron muchas cosas: el atropello, bronquitis... y si no puedes entrenar bien, ni recuperar en condiciones, en una carrera como La Vuelta menos todavía. Cuando acabamos en Madrid y las semanas después, que recuperé, es cuando estoy mostrando mi nivel de verdad.

¿Pensó que ese accidente que cita, en julio, podría acabar con su carrera en ese momento?

Tenía miedo, en general, por tener algo serio, roto por dentro. Con el collarín, inmovilizado... hasta que no me hicieron el TAC y me dijeron que no tenía nada prácticamente no estuve tranquilo. Podría haber pasado cualquier cosa.

¿El mejor momento de su carrera?

Pues tengo muchos, la verdad. Diría que el mejor, en cuanto a que todo saliese a la perfección y lo disfrutase al máximo, fue el Mundial de 2018 que gané.

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¿Y el peor?

La caída en Düsseldorf en la primera etapa del Tour de 2017 (sufrió numerosas lesiones, entre ellas fractura de rótula, y no volvió a correr hasta el siguiente año).

¿Quién ha sido su mayor rival?

Hay tantos... he estado en muchas épocas compitiendo. Al principio eran Paolo Bettini, Danilo Di Luca, Lance Armstrong. Después, pues Alberto Contador, Purito Rodríguez, Samuel Sánchez... y ya de últimas diría que Primoz Roglic y Tadej Pogacar. Si es que son muchos años encima de la bicicleta

¿Su resultado más inesperado?

No fue una victoria. El segundo puesto en el Mundial de 2003 tras Igor Astarloa.

Sus datos de potencia, vatios, etc en algún esprint reciente son similares a los que tenía cuando ganaba. ¿Ahora cuesta más?

Se va más rápido que antes. No hay carreras que digas que se va tranquilo, si acaso algún día en una gran vuelta, y ya poco. Es un no parar de salida a meta. También el nivel ha subido en lo relacionado a mis características: ahora hay muchos corredores rápidos en grupos reducidos, que es una de mis virtudes. En ese aspecto, es más difícil.

Una de las preguntas que más tuvo que responder a lo largo de su carrera es: ¿qué hubiese sido de Alejandro Valverde si hubiera tenido otro tipo de calendario?

Así es... ¡pero más clásicas no puedo ganar! Claro que podría haber hecho otro calendario, pero gané suficiente y no lo cambiaría.

¿Sintió presión por conseguir resultados en alguna carrera?

En el Tour. Cuando debuté, veníamos de una época de Indurain, Perico Delgado, también estaba apareciendo Contador... y todo el mundo me decía ‘¡el Tour, el Tour!’. Hay muchas carreras que también son importantes. Hice mi podio y me quedé muy contento.

¿Le gustaría que alguno de sus hijos fuese profesional?

Quiero que sobre todo hagan deporte. Parece que están más orientados al fútbol. Que no sean ciclistas para mí no es un problema. Eso sí, el deporte siempre presente, el que sea, porque pienso que aporta muchos valores buenos a la vida en general.

¿Cómo será un día suyo a partir de ahora?

Pues más o menos como hasta ahora. Entrenamiento por la mañana, por la tarde con los niños, familia, pareja, las tareas que haga falta... pero quiero tener un estilo de vida similar. Creo que cambiar drásticamente no sería bueno.

Pero seguirá en el Movistar.

Así es, pero todavía tenemos que definir cuál será mi función.

¿Y competir en otras modalidades?

Al fin y al cabo soy competitivo, y el gravel, la bici de montaña... me gustan. Pero no ahora. Sería más adelante y para disfrutar.

¿Podría definir su trayectoria en una palabra?

Espectacular.