Pogacar se lanza a por el triplete de la Strade Bianche
Pogacar oposita a su tercer título en la clásica de la Toscana sin la competencia de sus habituales rivales. Edición con más sterrato: 81,7 km.


81 km para la línea de meta. Varias horas de esfuerzo por delante, un mundo para cualquier mortal. Pero no para él. En ese punto, en la subida a Santa María, Tadej Pogacar inició su ofensiva, tal como había advertido por la mañana en zona mixta. No era un farol, y poco le importó pregonar su plan a los cuatro vientos. Sabía que nadie podría seguirle. Y así fue. Según Velon CC, plataforma analista de datos, el prodigio esloveno completó esos 81 km en solitario en 2 horas y 3 minutos, a un promedio de 38,8 km/h y 340 vatios, lo que le condujo a la victoria de la Strade Bianche. Una portentosa actuación con la que abrió el camino hacia lo que fue una temporada legendaria, para muchos, la mejor de la historia del ciclismo.
Después conseguiría el doblete de Giro y Tour, Monumentos como Lieja y Lombardía, y el Mundial, escenario en el que se hizo con un maillot arcoíris que nunca antes había mostrado en la clásica de las ‘Carreteras Blancas’ (14:05, Eurosport 2). Con esa preciada indumentaria partirá este sábado Pogi con el cartel de favorito indiscutible, y con la única duda de saber dónde atacará de nuevo.

Para esta 19ª edición de la Strade cuenta con un recorrido todavía más propicio para él (213 km y 3.700 m de desnivel), con un tramo más de sterrato que hace un total de 81,7 km de tierra (repartidos en 16 sectores), cifra más alta en la historia de la carrera. Si no repite maniobra en Santa María, puede optar por el plan más osado, que pasaría por atacar a unos 100 km de meta en la subida a San Martino in Grania, o por activar el modo conservador, probando en el doble paso a Colle Pinzuto.
Por si fuera poco, en un escenario que resulta difícil de imaginar, dada la tremenda superioridad con la que también arrancó este año en el UAE Tour, también podría rematar la faena en el último momento, en esas rampas imposibles de la famosa Via Santa Caterina de Siena, donde Mathieu van der Poel destrozó a Julian Alaphilippe para vencer en 2021. Una cosa es segura, y es que ni ahí ni en ningún otro punto del recorrido se verá soprendido Pogacar por el holandés, que este año tampoco participará a pesar de encontrarse cerca, ya que desde el lunes competirá en la Tirreno-Adriático. Los demás miembros del Big-6 (Van Aert, Roglic, Evenepoel y Vingegaard) tampoco estarán presentes, por lo que el esloveno no contará con ningún rival de su misma galaxia.
Gli sterrati chiamano 🚴♂️
— Strade Bianche (@StradeBianche) March 7, 2025
Da Siena a Siena, la polvere sarà la migliore amica dei corridori.
Scopri i 213 km della Strade 👀
The sterrati are calling 🚴♂️
From Siena to Siena, dust and riders will be the best of friends.
Take a look at the 213 km for #StradeBianche @CA_Ita 👀 pic.twitter.com/Omq4KyfoYI
Así las cosas, habrá que ver si dos hombres que llegan en forma y que saben lo que es alzar los brazos en esta carrera, como Michal Kwiatkowki (también vencedor este año en los caminos de Jaén) y Tom Pidcock, y outsiders como Hirschi, Skujins, Mohoric, Healy, Carapaz, Scaroni, Van Eetvelt o Cort Nielsen son capaces de añadir dosis de emoción inesperadas, ya que la ausencia de lluvia no tornará más alocada la carrera. Pello Bilbao, Alex Aranburu, Roger Adrià, Pelayo Sánchez y un debutante Mikel Landa partirán como mejores bazas españolas.
“Strade es una carrera de la que tengo muy buenos recuerdos. Mi historial allí es bastante bueno y espero estar en al frente de la acción de nuevo. Podemos esperar algunos rivales fuertes: la participación siempre es de un alto nivel para estas grandes carreras y debería hacer que las cosas sean emocionantes tanto para nosotros como para los aficionados. El equipo está en una buena racha en este momento con muchas victorias ya y esperamos continuar así en las próximas carreras”, explicó en la rueda de prensa previa un Pogacar de perfil bajo que de conquistar su tercera Strade igualaría en lo más alto del palmarés de la carrera con un tal Fabian Cancellara. Motivación no le va a faltar…
Vollering, cabeza de cartel
Unas horas antes concluirá la Strade Bianche Donne, que en su 11ª edición cuenta con la significativa ausencia de su vigente campeona, Lotte Kopecky. Así pues, el trono queda vacante dentro de una participación nutrida de antiguas ganadoras de la carrera. La primera de ellas, máxima favorita, es Demi Vollering, que ya alzó los brazos en 2023 tras superar en un agónico esprint a su excompañera Kopecky.
En un segundo peldaño figuran otras campeonas, como Elisa Longo Borghini (2017), Lizzy Deignan (2016) y una Anna van der Breggen (2018) que regresa a una gran clásica en su retorno a la competición en 2025. Lippert, Zigart, Niewiadoma, Pienaar, Wiebes y la española Mavi García parten como aspirantes al podio sobre los 136 km (50,3 sobre tierra) que componen el recorrido.
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