Pelayo Sánchez e Iván Romeo: “Cuando te vi salir en la crono pensé: ‘que se preparen’”
Pelayo Sánchez e Iván Romeo, primeros protagonistas de ‘Viento de Cara’, con el que Movistar quiere acercar a sus ciclistas a los aficionados.

El equipo Movistar lanzó este martes la primera entrega de ‘Viento de Cara’, un formato con el que el equipo español quiere acercar a sus corredores a los aficionados para descubrir más cosas sobre ellos con conversaciones amenas y distendidas entre los propios ciclistas y que en este primer capítulo tuvo como protagonistas a Pelayo Sánchez, ganador de etapa en el Giro de Italia de 2024, y a Iván Romeo, actual campeón del mundo de contrarreloj en categoría sub-23.
A través de esta conversación Pelayo Sánchez relató cómo fueron sus inicios sobre la bici. “En el pueblo nos movíamos en bici para todos los lados. Tenemos mejor terreno que en Valladolid para el ciclismo, salvo cuando llueve, suele apetecer un poquito más salir en bicicleta por Asturias. En verano casi siempre hacíamos un pique los del pueblo y un amigo era el que casi siempre me picaba y perdía. Y un día me dijo que donde iba a entrenar había chicos que corrían más que yo. Y fuimos a probar, le pedí permiso a mis padres y así empecé en la Escuela Ciclista Manzanillos, en Asturias”.
Por su parte Iván Romeo comentó cómo inició su aventura en el ciclismo en la escuela del exciclista Juan Carlos Domínguez. “Yo empecé por culpa de mi hermano, que es dos años más pequeño que yo. Antes hacía baloncesto y triatlón. A él le dio por apuntarse a la escuela de ciclismo de Juan Carlos Domínguez en Arroyo de la Encomienda y, como hermano mayor, le tenía que ganar en todo, así que fui detrás. Estuve 6 o 7 años en la escuela de Juan Carlos Domínguez, hice cadetes allí y luego llegó un punto muy importante en mi carrera al pasar a juveniles y me fui a la Academia MMR”.
Una Academia MMR de la que Pelayo Sánchez guarda un gran recuerdo. “Cuando yo estuve de juveniles en la Academia MMR no llevaba potenciómetro y era lo normal. Teníamos a Carlos Rodríguez, que iba con la selección y competía con Evenepoel, pero que Remco pasase directamente al World Tour parecía una utopía”.
Por su parte Romeo también repasa su época en el equipo. “Cuando estuve en el MMR éramos el mejor equipo a nivel nacional: liderábamos el ranking, éramos el equipo con más victorias... fue un paso importante, con dos títulos de campeón de España”
Uno de los momentos clave en la carrera de cualquier ciclista es el salto a profesionales, tal y como subraya Pelayo Sánchez. “Lo que más me impresionó cuando di el salto a profesionales es la bolsa que te dan el primer día, ves la cama llena de cosas y piensas si vas a usar todo y luego te faltan cosas. Y después de entrenar y romper el hielo llegas a la primera carrera y es otro shock importante. El ritmo es altísimo y cuando te acercabas al puerto ya ibas casi haciendo la goma”
Un salto a profesionales que Romeo ha vivido recientemente y donde el español destaca el cambio del ritmo que hay en el pelotón. “Lo que más me impresionó del World Tour era la sensación como de hacer un puerto de 10-15 minutos a tope y llegas muerto, y miras atrás y van 20, pero cuando llegas a profesionales vas a tope y ves que van los 180, eso es lo que más me impresionó al principio”.
En la conversación Pelayo Sánchez repasa así cómo vivió su gran éxito con el triunfo de etapa en la etapa del sterrato del pasado Giro de Italia. “Fue una etapa súper extraña para mí al pelear con grandes nombres. Tardamos dos horas para que se hiciera la escapada, a 50 km/h de media, y yo iba tapado. ‘CBR’, comer, beber y a rueda. Se acabó haciendo un corte de 30-40 corredores y ahí, como dice ‘Chente’, hicimos ‘la fuga de la fuga’ y ya era guardar fuerzas, ver dónde te podías mover para ir cribando la carrera. En los tramos de sterrato había ataques y nos quedamos Alaphilippe, Plapp y yo. Alaphilippe intentaba ponerme nervioso y bajaba mucho al coche, y vi que me racaneaba un poco y yo le racaneé más y hubo una pequeña discusión que no fue a más. Soltarle no le iba a soltar y por eso tenía que jugar mi carta que era esa punta de velocidad en grupos pequeños e intentarlo de esa manera y valió”.
Por su parte Romeo se sinceraba de esta forma sobe su victoria en la crono sub-23 de los pasados Mundiales de Zúrich. “Fue muy bonito ganar el Mundial sub-23. Había estado ahí diez días antes con mi padre porque quería reconocerlo al milímetro, no quería ningún fallo. Teníamos el plan de Velasco, que pensábamos que se había pasado veinte pueblos, pero no fue así, salió mejor incluso de lo que habíamos pensado.
Un triunfo del que Pelayo Sánchez estaba convencido después de ver la preparación de Romeo para la cita. “Cuando te vi allí diez días antes pensé ‘¿dónde va éste? Se va a aburrir de dar vueltas’. Pero luego vi al ‘potro’ salir en la rampa pensé: ‘que se preparen’. Ganar es muy difícil, pero tenía el regustillo de una medalla. En el último sector irías viendo que llevabas unos vatios y una velocidad... La última parte de la crono fue una locura. Con el tema de la lluvia y las bajadas las referencias eran algo malas. Hubo un momento que no se sabía muy bien qué podía pasar pero yo te veía y decía: ‘aquí el bicho lleva patas para oro’. Y me hiciste levantarme del sofá”.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando. Si estás interesado en licenciar este contenido, pincha aquí.
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos