Juan Ayuso, desencadenado con victoria a lo grande y liderato

El tiempo dirá si el 2025 será el gran año de Juan Ayuso (o uno de ellos), pero lo que está claro es que el inicio de temporada del de Jávea (22 años) es el mejor de toda su todavía corta (relativamente) carrera desde que dio el salto al UAE en verano de 2021. Con dos victorias en tres días de competición en las clásicas italianas y francesas, Ayuso llegó a la Tirreno-Adriático, carrera en la que fue segundo en 2024 tras Jonas Vingegaard, como uno de los grandes favoritos. Tal vez el que más, y sin temor a decirlo, como destacó en su primera entrevista de 2025, concedida a este medio: “El salto del pasado invierno, en vez de un escalón, ha sido de tres o cuatro escalones”.

Y lo que dice lo rubrica sobre la carretera, más concretamente en la sexta etapa de la Tirreno-Adriático, una de las más exigentes, en la que Juan se impuso a lo grande tras rodar los últimos 3 km en solitario y ascender al liderato en detrimento de un Ganna que se defendió lo mejor que pudo. De esta forma, Ayuso tiene todo de cara para certificar su victoria final en la ronda italiana este domingo. Antes, este sábado, tenía el test principal, y las miradas estaban en Juan. No era casualidad. “Hay tensión, no nervios, porque puede ser un día importante, y por estos días son por los que vivo”, dijo Ayuso en la salida. Después, festejó con su pareja, Laura, y la mascota de ambos, Trufa, y es que sienten devoción por su pequeña perra. Junto a ellos, Paco Lluna, el inseparable masajista del alicantino.

Fue un día con mejor climatología que los anteriores, pero la tormenta la quiso poner Mathieu van der Poel con un ataque en el primer kilómetro. Para algunos, como él, estos días son un test para la Milán-San Remo del próximo sábado. Fue neutralizado, aunque los ataques de otros corredores no cesaron hasta que se formó la escapada buena, compuesta por ocho integrantes. Mientras, durante la etapa, Pelayo Sánchez se tuvo que abandonar, todavía sin encontrar esas buenas sensaciones que tuvo en 2024. Y el Ineos, el equipo del líder Ganna, trataba de controlar la renta de los de cabeza. Eran conscientes de que era una jornada difícil para el corpulento corredor, pero la responsabilidad recaía sobre ellos. Después, se pusieron manos a la obra el Q36.5 (para Pidcock) y el UAE de Juan Ayuso.

Tras ello, en la ascensión final, Frontignano (7,6 km al 7,9%), era el turno de los líderes, pese a que la escapada arrancó la subida en cabeza. Y uno de los más activos fue Mikel Landa, testeando sus piernas. Fue a falta de poco más de 4 km para la meta, una vez neutralizada la escapada, cuando el líder Ganna cedía. En ese momento Ayuso, tras un gran trabajo de su compañero Del Toro, ya estaba on fire. Un ataque, dos ataques, tres ataques... pum. Ahora ya sí nadie pudo seguir su rueda y 3 km por delante en solitario hasta la cima, sin dejar de pedalear hasta la línea porque aquí cada segundo cuenta, pero con la sensación de que, salvo hecatombe, este domingo (etapa llana) certificará su triunfo en la Tirreno-Adriático.

“Salió muy bien. Hacía bastante viento y el equipo lo hizo increíble. Sufrí un poco en el último kilómetro, pero me alegro de haberlo logrado. El año pasado, pasé toda la semana con el maillot antes de perderlo ante un corredor más fuerte (Vingegaard). Esta vez, creo que lo traeré de vuelta a casa”, dijo Juan, ya vestido con el maillot azul de líder. Después irá a la Volta Catalunya, previo paso a descansar unos días en casa, concentración en altitud... y al Giro, al que llegará como uno de los grandes favoritos, y los argumentos los está dando cada día que compite este año.

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