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CICLISMO | QUEBRANTAHUESOS

Haimar Zubeldia, 100% ciclismo

El vasco, profesional hasta 2017 y con una trayectoria única en el Tour, habla con AS antes de participar en la Quebrantahuesos (18 de junio). No baja de las dos ruedas.

Haimar Zubeldia, 100% ciclismo
DANI SANCHEZDIARIO AS

Haimar Zubeldia va de cara, no miente. “100% ciclista”, señala en todas las descripciones de sus redes sociales. Pocas definiciones se ajustan tan bien a alguien. Dejó de competir como profesional en 2017, pero nunca se ha bajado de la bici. Eso de “colgar las botas”, como se diría en otros gremios, no va con él. Ni con el ciclismo, seguramente. “No quiero hacer comparaciones, pero en otros deportes es difícil poder estar en una prueba con exprofesionales”, explica a AS a pocos días de participar por cuarta vez en la marcha ciclista Quebrantahuesos (sábado, 18 de junio), “una fiesta del ciclismo en la que todo el mundo quiere estar”.

El corredor vasco, presente en 29 grandes vueltas, siempre ha entendido el ciclismo en un sentido amplio. Durante sus primeras pedaladas, coqueteó con el ciclocrós o con el ciclismo en pista; ahora, tras 19 años como profesional en carretera, sigue atreviéndose con todo. “En nuestro club de Usurbil había mucha cultura de ciclocrós. Sobre todo, en categorías inferiores. Y, por cercanía, también hice algún invento en pista, porque tenemos la suerte de contar con un velódromo cerrado en San Sebastián. Y yo vivo a 10 km. El ciclocrós tiene un aire al MTB… y, tras tantos años de carretera, sin olvidarla, te apetece cambiar un poco a las ruedas gordas”, recuerda y analiza, conectando pasado, presente y, seguramente, también futuro.

Actualmente, impulsa Etxeondo, empresa textil dedicada a la ropa ciclista, y es embajador de la marca de bicicletas Trek, el que fuera su último equipo. “Por suerte, hoy en día, el ciclismo es muy abierto. Antiguamente, si querías seguir, te quedabas en algún equipo como director, pero nuestra generación se dio cuenta de que también se podían hacer más cosas”, reflexiona. Sus nuevos compromisos profesionales le mantienen activo, pero de otra forma. “Yo, ahora, salgo bastante, pero no todos los días. En invierno, además, practico otros deportes, como el esquí de montaña. Y cuando hace malo tampoco tienes la obligación de salir. Es algo que buscaba también cuando lo dejé, tener tiempo para mí”, continúa en su explicación.

Haimar se alejó del profesionalismo de la mejor forma posible: compitiendo hasta el último día, “sin llegar a aborrecer el ciclismo” y con un cierre soñado, en la Clásica de San Sebastián. “El equipo me lo permitió, pero no es habitual que un corredor termine a mitad de temporada. La última decisión la tomé en el Tour. En casa, cada vez surgía más la conversación y, poco a poco, la vas madurando. Lo quería hacer así, quería tomar la decisión en el último momento, obligándome a dar el máximo en cada carrera”, revela al respecto. Atrás dejaba, entre muchas otras cosas, una trayectoria de leyenda en tierras francesas. Fue segundo (2000), tercero (2002) y sexto (2008) en el Dauphiné y mantuvo un idilio para la historia con el Tour de Francia. Quinto en 2003 y 2007, sexto en 2012, octavo en 2006 y un récord de difícil alcance: con 16, es el español con más participaciones en la gran ronda gala, por delante de las 12 de Miguel Induráin y Chente García Acosta.

Ayuso, Carlos Rodríguez… y Pogacar

Ahora, sus grandes gestas en Francia, paradójicamente, están más cerca que nunca de la afición. “Estás en contacto con toda esa gente que ha estado animándote durante tantos años en la carretera”, afirma sobre las marchas cicloturistas como la Quebrantahuesos, a la que le guarda un especial cariño: “Desde la organización, hacen un gran trabajo. Todo el mundo quiere estar, hay un sorteo previo para el dorsal… ahí ves el éxito que tiene la prueba. No es sólo correr. Es el día anterior, las tertulias de después, las comidas, etc.”, resume. “Me pongo distintos retos. La primera vez, intenté estar al lado de un amigo para que pudiera hacer su mejor marca. La del año pasado, por la COVID y el tiempo, dantesco, también la recordaré mucho”, destaca sobre sus participaciones.

De carrera en carrera, su legado se sigue extendiendo, aunque considera que está en buenas manos. “Estamos viendo un gran cambio de generación. Nos queda Valverde ahí, duro, obteniendo resultados, pero tenemos unos cuantos que ya son una realidad, como Juan Ayuso o Carlos Rodríguez. No lo van a tener fácil. La última generación, tanto Valverde, Purito, Samuel Sánchez, Alberto Contador… han sido gente que ha conseguido mucho, pero han arrancado fuerte en el profesionalismo”, valora sobre la nueva y prometedora hornada de ciclistas españoles, con un ogro delante. “Cada vez lo veo más difícil”, responde a si alguien será capaz de desbancar a Tadej Pogacar en el próximo Tour. “Ganar el primero está bien, pero el segundo, cuando ya no vas de tapado… Y yo creo que lo ganó más sobrado. Ahora todavía está más arropado. Está claro que el Jumbo y el Ineos también son equipos muy fuertes, pero, de tú a tú…”, deja caer. Ya se verá. Antes, la Quebrantahuesos.