Evenepoel se gana el respeto de Merckx: “Es excepcional”
‘El Caníbal’ elogia al nuevo campeón del mundo, sobre el que había mostrado reticencias. “No debería estar en el equipo”, llegó a decir antes del Mundial de 2021.
El único corredor de la historia, junto a Greg LeMond, en lograr el Mundial tanto en categoría júnior como absoluta. El séptimo ciclista más joven de siempre en vestir de arcoíris o el ganador con mayor ventaja respecto al segundo (2′21″) tras Vittorio Adorni, en 1968. Remco Evenepoel se proclamó campeón del mundo a su manera, de forma espectacular y sin dejar a nadie indiferente. Antes de cruzar la meta, con su dedo, gesticuló en señal de mandar callar. Desde su temprana irrupción, el prodigio belga siempre ha estado envuelto de ciertas dudas. En La Vuelta, ganando su primera carrera de tres etapas, disipó parte de las mismas; en Wollongong, tras encadenar dos triunfos de enjundia, quiso hacerse valer ante todos aquellos que, en alguna ocasión, no creyeron del todo en él. Entre ellos, Eddy Merckx.
“Si realmente sólo hay un líder, Remco Evenepoel no debería estar en el equipo. Él corre para sí mismo, lo vimos en la carrera olímpica en ruta. En Tokio, nunca pensé que la selección estuviera bien hecha”, llegó a asegurar ‘El Caníbal’ sobre su compatriota antes del Mundial de 2021. “No estoy aquí para joder al equipo. No se me pasa por la cabeza porque no corro para mí mismo. Soy belga y quiero que ganemos el Mundial”, se defendió en su momento Remco. De las palabras a los hechos. Un año después, Evenepoel ha vuelto a colocar a su país en lo más alto, recogiendo el testigo de Philippe Gilbert en 2012. Un año después, el discurso de Merckx es totalmente distinto. “Es un corredor excepcional. Estaba muy por encima del resto. Ganó el mejor de la carrera”, aseguró ayer ante la prensa nacional.
De las críticas al respeto, ganado a través de una campaña excepcional. En ella, Evenepoel ha entrado en uno de los clubs más selectos del ciclismo. Junto a Alfredo Binda (1927), el propio Merckx (1971) y Bernard Hinault (1980), es el único corredor que ha conquistado un Monumento, una gran vuelta y un Mundial en el mismo año. “15 victorias esta temporada, solo grandes éxitos, y sin tener un gran final al esprint, es impresionante”, valora el pentacampeón del Tour, que recondujo su relación con Remco tras La Vuelta. “Tras su éxito, le mandé un merecido mensaje de felicitación. Y me respondió”, revela. Su penúltimo triunfo antes de la exhibición en Australia, que Merckx vio al lado de su hijo, Axel, director del Hagens Berman Axeon. “Axel ya estaba seguro de su victoria a 50 kilómetros del final. Yo necesité un poco más de tiempo, pero cuando Remco dejó a Lutsenko en Mount Pleasant, a 25 kilómetros, supe que ganaría”, detalla.
El reto del Tour
Tras el mensaje mandado en Madrid o con victorias como la de Australia, el horizonte de retos se expande. Tadej Pogacar, tras la victoria de Evenepoel en España, no dudó. “Demostró que puede gestionar las grandes vueltas. La abordó de una manera muy inteligente. Si ganas La Vuelta, tienes que venir al Tour. Es una continuación lógica”, le lanzó el esloveno al belga. Una progresión que Merckx también ve adecuada. “Tiene que decidirlo él, pero... ¿el Tour? ¿Por qué no, eh? Es la grande más grande de todas”, animó, tendiéndole la mano de la grandeza a Remco. “¿Que gane los cinco Monumentos? ¿Por qué no? No es el mejor velocista. Por lo tanto, tendrá que terminar solo en Milán-San Remo. La París-Roubaix tampoco será tarea fácil, pero, con el tiempo, tal vez sea posible”, aseguró. Un año después, todo es distinto.