Y allí estaba él, un tipo normal, pura humildad, entre la flor y nata del deporte, con nombres tan ilustres como los de Carolina Marín, Jesús Navas, María Pérez, Fernando Torres, Raúl, Marc Márquez y el mismísimo Rafa Nadal. Albert Torres (35 años, Menorca) se ‘coló’ en la fiesta de los más grandes, en la Gala de los Premios AS del Deporte 2025, aunque lo hizo por méritos propios, con absoluto merecimiento.

El menorquín recibió este lunes en el Hotel Palace de Madrid el reconocimiento que tanto merecía su ilustre carrera, una trayectoria alejada de los focos que no por menos mediática ha sido menos importante. De manos de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), Torres recogió el Premio AS del Deporte, galardón que pone la guinda a una temporada fabulosa.

Quién le iba a decir a Albert que en uno de los años más difíciles para él a lo largo de su dilatada carrera deportiva, conseguiría un maillot arcoíris que hasta la fecha se le había resistido. Y no uno cualquiera... En el velódromo de Peñalolén de Santiago de Chile, Torres rompió a llorar segundos después de proclamarse campeón del mundo de ómnium, la modalidad del ciclismo en pista que premia al pistard más completo a lo largo de sus cuatro pruebas: scratch, tempo race, eliminación y puntuación.

“Muy contento por recibir este galardón. Vivir este momento después de un año complicado lo estoy disfrutando muchísimo y saboreando al máximo. Estoy muy agradecido a toda la gente de AS que hace posible esta Gala con tantos deportistas y, sobre todo, a las personas que dedican tiempo por el deporte español”, explicó Albert, con la humildad que le caracteriza, sobre lo que supone recibir el Premio AS del Deporte.

Después de esta obra maestra, momento culmen de un currículum en el que comenzaron a llegar los oros internacionales en Mundiales y Europeos hace más de una década, Torres todavía tiene gasolina para más, para un escenario en el que todavía no ha experimentado la sensación de ver una presea colgando de su cuello: los Juegos Olímpicos. “Los Ángeles 2028 es una meta que quiero afrontar. Me ha dado muchísima confianza ganar el oro en el Mundial y verme competitivo. Y lo más importante para un deportista: tengo la ilusión y la convicción de que puedo hacerlo”, concluyó Torres. Todo ello, no olvidemos, compaginando sus excelentes labores de gregario en las filas del equipo Movistar. Currante como pocos, campeón único.

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