Marc Hirschi se lleva la Clásica de San Sebastián
Superó en el esprint final a Julian Alaphilippe en la meta situada en el Boulevard donostiarra. Vingegaard se quedó en el penúltimo puerto.
El suizo Marc Hirschi (UAE) se llevó la Clásica de San Sebastián gracias a unos últimos metros dignos de prueba de velódromo. Vigilancia, colocación y últimas pedaladas plenas de potencia, entre él y Alaphilippe (Soudal). En el penúltimo puerto se marchó Pavel Sivakov (UAE) aunque cuando llegaron las rampas del alto definitivo, Pilotegi, tuvo que dejar paso a sus perseguidores. Todos los ciclistas se retorcían por las cuestas de caseríos que desembocan en la localidad de Igeldo. Los aficionados apenas abrían un pasillo para que pudieran pasar. Van Eetvelt (Lotto Dstny) también protagonizó una gran subida. Alaphilippe se llevó a rueda al helvético en la cumbre, los dos ciclistas se marcaron sin perder el control de los perseguidores y entraron en meta con un tiempo de 5:46:12.
“Fuimos rápido en los últimos kilómetros. Alaphilippe atacó y yo pude ir detrás de él. Para mí fue una sorpresa que se quedara Vingegaard en el puerto anterior pero todavía puede estar pagando los esfuerzos del Tour. Eso nos vino bien a nosotros. Esta victoria es muy grande para mí y me da mucha moral. Es una de las más importantes de mi carrera deportiva”, aseguró el ganador. “Me siento satisfecho por volver al podio en una gran competición pero también un poco triste por no estar en lo más alto”, comentó Alaphilippe. “Estuve lesionado al principio del año y hoy estoy súper feliz. Me he encontrado muy bien en una prueba maravillosa”, añadió el tercero del podio. “Este año se nos da bien País Vasco. Hemos ganado Itzulia, Ordizia y Clásica”, sentenció Matxin, el responsable de UAE. Sobre Ayuso y la Vuelta dijo que “se comunicará el lunes. Ahora no voy a adelantar nada”.
La carrera arrancó a las 10:57 desde el Boulevard donostiarra. Casi todo el Euskaltel Euskadi partió en cabeza por deferencia de los otros competidores. La mañana era agradable aunque amenazaba bastante calor. Al final, la máxima estuvo en torno a los 29 grados. Los primeros escarceos llegaron rápido con algunas unidades soltando al pelotón: Laurance (ADC) y Jousseaume (TEN) fueron los protagonistas iniciales pero las diferencias fueron pequeñas y el pelotón los absorbió sin problemas. La primera cota, de tercera, fue la de Andazarrate con 6 kms. de subida y una pendiente máxima del 7 % durante cien metros. Ahí se hizo la primera escapada seria del día con un grupo importante de ciclistas, diez en concreto.
Eran Simon Carr (EFE), Warren Barguil (DFP), Amanuel Ghebreigzabhier (LTK), Sylvain Moniquet (LTD), Davide De Pretto (JAY), Jesús Herrada (COF), Ben Zwiehoff (RBH), Thibault Guernalec (ARK), Ådne Holter (UXM) y Pierre Latour (TEN). A falta de 110 kms. para el final de la carrera, su diferencia con el grupo de favoritos era de 3:13. En el pelotón, en algunos momentos tiraba el Visma y en otros el Soudal Quick-Step. La renta superó los 4 minutos cuando quedaban 95 kilómetros para el final. Pero fue decreciendo progresivamente: 2:15 a falta de 80. Y aún quedaban los puertos más duros, Jaizkibel de segunda entre Lezo y Hondarribia, Erlaitz de primera entre Irún y Oiartzun y el muro de Pilotegi rumbo a Igeldo y antes de bajar a San Sebastián. Con una rampa del 27 %.
El británico Simon Carr hizo la escapada de la escapada y coronó en Jaizkibel con minuto y medio sobre el pelotón, que no tardó mucho en absorber al resto de fugados. Visma y Soudal seguían llevando la iniciativa en el grupo de corredores importantes. Quedaban menos de 60 kms. para la línea de meta en el Boulevard donostiarra. Erlaitz suele ser el sitio elegido por Remco Evenepoel para poner tierra de por medio con sus rivales pero el belga no estaba presente en la edición de 2024. Carr inició el puerto con 45 segundos de renta. Fue cazado antes de la cima.
El Visma hizo la subida a buen tren, con una marcha muy dura y el pelotón fue perdiendo unidades metro a metro. Simon Yates, por ejemplo, enterró todas sus opciones al principio y, casi arriba, Vingegaard se tiró para un lado, quedando definitivamente descartado para la victoria final. Al igual que Bardet o Higuita entre otros. Sí lo intentaron Alaphilippe (Soudal) y Sivakov (UAE) aunque apenas distanciaron inicialmente al grupo de favoritos unos metros. El del equipo de Machín coronó en solitario la cota de primera categoría, con mucho público en las cunetas y luego sí llegó a tener medio minuto sobre sus perseguidores y 1:13 con respecto al pelotón de los nombres ilustres.
Los grupos se fueron reagrupando en el descenso hacia Gurutze y se quedaron dieciocho corredores a la caza del francés con apellido ruso pero nacido en Italia. Por detrás se tiraba fuerte para echarles el lazo. Había kilómetros poco exigentes hasta llegar a San Sebastián aunque en la mente de todos estaban las terribles rampas del último puerto. El que no había estado fuerte en Erlaitz dudosamente haría una exhibición en Pilotegi. Al igual que Murgil Tontorra en otras ediciones, estas cuestas que eran hace poco rampas de cemento, se convirtieron en el juez final. Estaba escrito en cualquier previsión que se preciara. Una vez se corona, sólo hay que bajar a Donostia por la carretera del parque de atracciones de Igeldo. Una hora después de la prueba, comenzaron las fiestas de San Sebastián. Las de verano porque las grandes de verdad son en enero, con la Tamborrada en honor al patrón.
CLASIFICACIÓN FINAL
1. Marc Hirschi (UAE)... 5:46:12.
2. Julian Alaphilippe (Soudal Quick-Step)... m.t.
3. Lennert Van Eetvelt (Lotto Dstny)... a 7 segs.
17º Pablo Castrillo (Kern Pharma) 1:38
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