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GIRO DE ITALIA | ETAPA 20

Roglic: “Pude perderlo todo”

El esloveno remontó a Geraint Thomas y se proclamará este domingo campeón del Giro. La cuarta gran vuelta que tendrá en su palmarés: “Es increíble”.

Actualizado a
Roglic: “Pude perderlo todo”
AFP

Con su hijo en brazos, como es tan frecuente en sus victorias, y tras secarse las lágrimas que tanto él como sus compañeros fueron incapaces de contener, Primoz Roglic (33 años) comenzó a asimilar el que quizás sea, por razones de épica y prestigio, el mayor éxito de su carrera deportiva. El esloveno ganó este sábado su primer Giro de Italia, la cuarta gran vuelta un palmarés (tiene tres Vueltas) solo al alcance de los más grandes del ciclismo. Y eso que comenzó tarde en esto de las dos ruedas, tras sobrevivir a un accidente durante un salto de esquí espeluznante, la anterior disciplina deportiva que practicaba Primoz.

“Se siente increíble. Es increíble. Se me salió la cadena, pero la volví a poner. Podría haberlo perdido todo, pero es parte de las carreras”, explicó el esloveno sobre la avería mecánica sufrida durante la contrarreloj, contratiempo que aún da más valor a su tremenda gesta. Curiosamente, Roglic alzará el Senza Fine siendo el corredor de la presente edición que menos días lucirá el rosa. Eso se explica, en buena parte, porque el esloveno no ha estado súper casi en ningún momento del Giro, fruto de la caída que mandó al hospital a Tao Geoghegan y en la que él también se vio involucrado: “Cinco días después de mi segunda caída en el Giro, seguí luchando. Todavía tengo algo de dolor, pero hoy tuve piernas para ganar y me fue bien”.

Para Roglic fue clave el aliento de sus compatriotas, cientos de eslovenos que se dieron cita en Lussari, zona próxima a la frontera con Eslovenia: “Tuve que reiniciar (por la avería). Tuve la suerte de que alguien estaba allí para empujarme porque era muy empinado. Se me puso la piel de gallina y se me llenaron los ojos de lágrimas cuando vi a todas estas personas animándome. No me importaba mucho el resultado. Estoy increíblemente orgulloso de ser el ciclista por el que vinieron aquí. La multitud me dio algunos vatios extra y estaba disfrutando del ambiente y la energía del evento. Esto no se termina hasta que se termina, pero se ve bien”, afirmó con cautela un Primoz que conoce muy bien el sabor de la derrota en un último día de carrera, como le ocurrió en la Paris-Niza de 2021. Salvo catástrofe, Roma coronará este domingo a su nuevo emperador. Larga vida a Primoz.