Pogacar ya es el esloveno con más días de rosa en la historia del Giro

Tadej Pogacar es feliz en el Giro de Italia. No rechaza ninguna foto con sus fieles seguidores, regala gorras, bidones, autógrafos. Y también su imborrable sonrisa. Por mucho que sea su debut en la ronda italiana, se podría decir que está en su salsa. Después de haber conseguido tres triunfos en los ocho primeros días de competición, en la novena etapa hasta se permitió el lujo de hacer de lanzador de su compañero Juan Sebastián Molano en Nápoles, faceta nunca antes vista en su inmenso repertorio. “No me he convertido en lanzador, pero Molano hizo un muy buen trabajo al estar delante al final. No consiguió la victoria, pero el tercer puesto es un buen resultado y estoy feliz de poder ayudar a un amigo”, aclaró Pogi.

Fue ahí, en el paseo marítimo Francesco Caracciolo, con vistas al mar Tirreno, donde Pogacar ha conseguido un nuevo hito en su carrera deportiva, esta vez, cargado de patriótica emotividad. Al margen de los trofeos y paradas imposibles de Jan Oblak, o los trucos de magia de Luka Doncic en una cancha de baloncesto, Eslovenia también está de moda en el ciclismo. Al término de la novena etapa del Giro, Pogacar se convirtió en el ciclista esloveno con más días vestido de rosa en la historia de la carrera (ver tabla).

Maglias rosas de Eslovenia

El corredor del UAE ha superado, ni más ni menos, que a uno de sus históricos rivales y todavía vigente campeón de la Corsa Rosa, Primoz Roglic. El ahora corredor del Bora llegó a sumar siete días con la maglia rosa, un logro que repartió en dos períodos: cinco días en la edición de 2019 (acabó 3º) y dos en la del año pasado. Curiosamente, Roglic subió al liderato el penúltimo día, en la última etapa que ganó con esa inolvidable cronoescalada al Monte Lussari. La lista la completa Jan Polanc, que en aquel 2019 también tuvo el honor de liderar el Giro durante dos jornadas.

Cierto es que todavía queda muchísima carrera y el ciclismo es un deporte que cuenta con infinidad de variables incontrolables, pero todo apunta a que Pogi pondrá el listón altísimo en lo que a días de rosa se refiere. Sólo la sorprendente victoria de Narváez en la primera etapa ha impedido un pleno de rosa de principio a fin que el esloveno tenía entre ceja y ceja desde el banderazo de salida. “Tengo una cómoda ventaja antes del primer día de descanso (este lunes). Es agradable relajarse en Nápoles. Ya hemos visto hermosos paisajes desde el inicio del Giro. Aquí añadiré un poco de pizza para que sea agradable reanudar la carrera el martes. Si mañana hace tan buen tiempo como hoy, debería ser un buen día de descanso. En la bicicleta con los chicos, podemos parar a tomar un café y disfrutar de las bonitas vistas. Es mi primera vez en Nápoles, lo veré sin ir a todo gas”, resumió Pogacar este domingo. Su vida, como el Giro, color de rosa.

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