Alaphilippe destroza el sueño de Ibon Ruiz en la etapa de Viana

Si en la primera etapa impuso sus galones Roglic como oro olímpico, en la segunda se lució el campeón mundial en ruta, un Alaphilippe que disfruta por las carreteras vascas como si pedaleara por Saint-Amand-Montrond, su pueblo de solo diez mil habitantes en el mismo corazón de Francia. Suma cuatro etapas en la Itzulia, tras las dos de 2018 y otra en 2019. Llegaba con serias dudas, tras ausentarse en las clásicas por no encontrarse en buenas condiciones, y las ha espantado de un plumazo, en una llegada de las que más le favorecen, un ligero repecho en Viana. Es lo que tienen los superclase, que sacan su talento y la furia en el momento menos pensado. 

Al callejear por las calles de la localidad navarra próxima a La Rioja y Álava se advierten innumerables casas palaciegas del barroco. Poco 'barroquista' ha sido desde luego la llegada de Alaphilippe, más bien un martillazo de Thor. Le ha lanzado Evenepoel de forma magistral, una lujosa locomotora que le ha llevado en volandas hasta la 'jaula' de vallas; allí le ha soltado y el campeón al mundo no le ha podido echar el diente nadie. Ni un cohete le podría haber seguido. Doubey y Hermans ni le han olido, les ha sacado de rueda con una facilidad pasmosa. La inercia furibunda de Evenepoel, con el maillot de lunares rojos como mejor ciclista de la montaña, le permitió finalizar noveno aunque dejó de dar pedales. Se le vio desde la meta difuminado levantar los brazos de celebración mientras su compañero se anotaba la etapa. Los principales protagonistas llegaron juntos y Roglic sigue siendo líder.

Así se cerraba una de las etapas más largas de los últimos tiempos en la Itzulia: 207,9 km. Un martes que quisieron monopolizar cuatro hombres, Ibon Ruiz, Azurmendi, Okamika y Amezqueta. El primero fue el héroe sin premio, conmueve su esfuerzo y comportamiento. Seguro que lamentó que el trazado no tuviera tres kilómetros menos, que no son nada en la locura de 207. La fuga del día se hizo presente casi en el banderazo de salida, en la subida a Uitzi, con solo 3,7 km en las piernas de los corredores. Jumbo dejó hacer, síntoma de que no tenía problema por entregar el maillot de líder que ostenta Roglic desde la jornada inaugural.

Los corredores vascos dieron mucho juego en esta segunda entrega. La salida de Leitza pillaba a pocos metros de la casa de Azurmendi. Okamika es de Lekeitio; Ibon Ruiz, de Vitoria, que no está muy lejos de los preciosos parajes de paso de la caravana ciclista, y Amezqueta vino al mundo en Estella, otra localidad vecina. El más peligroso para la general era Ruiz, situado en la general a 49 segundos. Los fugados llegaron a tener una ventaja de 5:30. Representaban, además, a los humildes. La rebelión de los modestos fue sofocada por el dueño de ese maillot tan vistoso y deseado como el arcoíris. Pero tras tanto y tanto rodar, los relevos empezaron a descompensarse. Rubén Pérez, director del BH, echó en cara al Caja Rural que por delante no daban un reemplazo y en el pelotón eran los primeros en lanzar sorprendentemente la caza. La estrategia cajista fue desastrosa, no se veía con opciones por delante y lo fió todo a un sprint en el que jugaría con menos cartas aún.

Ibon no lo vio claro y se largó en solitario. A dos kilómetros para la meta capturaron a sus tres excompañeros y a él se lo devoró el grupo a 400 metros de la llegada. "No pensaba que estaban tan cerca, se me ha venido el mundo abajo, lo he rozado con la punta de los dedos, el pinganillo me ardía: 'tira todo lo que puedas' me decían. Tras 200 kilómetros, tenía unas ganas enormes y he sacado fuerzas de donde no había", se lamentaba en línea de meta. Le daban ganas de llorar. "Habríamos llegado si no se llega a racanear en algunos relevos. Estábamos todos justos y cuando he dado un relevo y he visto ese parón tonto, he cogido unos metros y apretado fuerte". El corredor del Kern Pharma ha preparado la Itzulia a conciencia, "soñaba con el triunfo, como todo niño de aquí", incluso lo ha entrenado en altura. "Me decía: sería frustrante no llegar, pero así ha sido". Una masacre de un número uno le rompió esa ilusión. Una exhibición de fuerza y valentía de Alaphilippe. "Objetivo cumplido, ahora por la general para Evenepoel", remató. Primer campeón del mundo en activo que gana en la Itzulia. La gloria para él. Primer triunfo con el jersey 'arcoíris'. Y honores también para Ibon.

Mañana, miércoles, la tercera etapa de esta Itzuia 2022 discurrirá por tierras alavesas entre las localidades de Laudio y Amurrio, con un recorrido de 181,7 kilómetros y un final estresante con un par de muros sobre carreteras sinuosas, estrechas y sin apenas tramos de llano.

Clasificación etapa Leitza-Viana 207,9 km

(media 40,954 km/h)

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