La quinta etapa de la París-Niza nos dejó un dato relevante antes de que se diese el banderazo de salida en Saint-Just-Saint-Rambert. Una salida en la que este jueves se han notado numerosas ausencias. Hasta 18 corredores no han tomado la salida en esta quinta etapa de París-Niza, algo inaudito en fechas recientes y que no se veía en el pelotón desde hace mucho tiempo.

Muchas de estas bajas se deben a fiebre o procesos gripales, ninguno de ellos relacionados con el COVID-19, que ya han ido dejando fuera de combate a más ciclistas a lo largo de la prueba. Entre los que han abandonado por fiebre están Gino Mäder, Clemént Champoussin, James Piccoli, Carl Fredrik Hagen, Tom Van Asbroeck, Amaury Capiot, Kevin Vermaecke, Kristian Sbaragli o Jay Vine, mientras que Neilson Powless abandonó por bronquitis.

Por su parte Yves Lampaert y Nils Politt no tomaron la salida aquejados de una sinusitis mientras que corredores como Matteo Trentin o Dylan Groenewegen decidieron abandonar a causa de las heridas que sufrieron en las caídas en las que se vieron implicados en la segunda etapa, al igual que Jonas Rickaert. Tampoco tomaron la salida de esta quinta etapa Zdenek Stybar, Stefan Bisseger y Jens Keukeleire, aunque no han trascendido las razones de su abandono. Estos abandonos nos han dejado una estampa cuanto menos curiosa, ya que el Israel Premier Tech sigue en carrera con un solo corredor: el canadiense Hugo Houle.

Durante la etapa se produjeron otros cuatro abandonos que aumentaron la cifra total de la jornada a 22: Luis León Sánchez, Alexys Brunel, Tom Böhli y Lukasz Wisniowski.