La Vuelta ha dictaminado durante 19 etapas que Primoz Roglic es el más fuerte de la carrera seguido de los Movistar Enric Mas y Miguel Ángel López. Que Jack Haig y los Ineos Egan Bernal y Adam Yates están fuera del podio. Con la crono final del último día en Santiago no parece suficiente para que bailen los puestos importantes, por eso la jornada de hoy entre Sanxenxo y Mos parece la última oportunidad para aquellos que no se conformen con su plaza. Y aunque a diferencia de otras ediciones, esta penúltima etapa no contará con grandes colosos, terreno van a tener.

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Sobre todo en los últimos 100 kilómetros al estilo de clásica por las reviradas carreteras gallegas, tierra del ganador del Tour 2006, un Óscar Pereiro que ayudó a su confección. “Una trampa”, resalta. “Terreno de sube, baja, curva, contracurva... en el que un ciclista toma seis segundos... ¡y no tienes contacto visual!”, cuenta. “La gente lo va a probar y va a haber muchísima batalla”, augura Enric Mas, que ha llegado con buenas piernas a este final de Vuelta... aunque a 2:22 del maillot rojo de Roglic.

Sin embargo, el duro trazado hace que, más que ataques, se viva una “carrera de supervivencia”, asegura Egan Bernal, mientras Roglic se conforma con “tener un buen día”. Porque hay terreno para que todo, o algo, cambie. En esa segunda parte de etapa se ascenderá Vilachán (6,5 km al 5,4%), Mabia (6 km al 5,7%), Mougás (9,8 al 6,4% con picos del 15%), Prado (5,5 al 6,3%) y final en Castro de Herville, un puerto con rampas de hasta el 16% (9,7 al 4,8%). El último cara a cara de La Vuelta.