Pello Bilbao (Gernika, 31 años) fue uno de los protagonistas del Tour de los Alpes que concluyó este viernes con victoria de Simon Yates (BikeExchange). El del Bahrain se subió al segundo escalón del podio y fue el vencedor de la etapa reina del jueves con una bajada espectacular. Su gran papel ha llegado a poner en duda si Mikel Landa debe ser el líder del equipo en el próximo Giro de Italia (del 8 al 30 de mayo). Del Giro, de su papel en el equipo, del futuro... habló con AS.

 -Etapa reina y segundo de la general en una carrera tan dura como el Tour de los Alpes. ¿Llegaba con la sensación de que lo podía hacer tan bien?

-Sí, me sentía con mucha confianza, ya me había notado bien en el País Vasco. Así que afronté esta carrera con el objetivo de pelear por la general e intentar ganar alguna etapa. Así que estoy muy contento de haber cumplido con los objetivos.

-Su victoria en Pieve di Bono fue muy alabada por su extraordinaria bajada al puerto de Boniprati. Por televisión parecía muy peligrosa y usted arriesgó mucho. ¿Cómo se vive un descenso así en carrera?

-La bajada final era la que hacía que esa etapa quizá fuera la más propicia para mí, la que mejor se adaptaba a mis características. Coroné con poco tiempo perdido con Yates y Vlasov, e intenté llegar hasta ellos. Fueron unos 10 últimos kilómetros muy intensos y de mucha concentración. Intentaba apurar en cada curva, aprovechar todo el asfalto y salir de cada giro esprintando como si fueran los últimos metros de la etapa. Cada vez veía que estaba más cerca de los dos de cabeza, así que aceleraba aún más. Una vez llegué a estar con ellos, me dije que no me podía conformar, que tenía que rematar con el triunfo de etapa.

-El 8 de mayo comienza el Giro, una carrera en la que ha brillado y a la que llega en forma. ¿Qué papel tendrá? ¿Con qué objetivos la afronta?

-Vamos al Giro de Italia a ganarlo con Mikel Landa y yo espero ser una pieza clave. No creo que me centre en disputar la general, y si se presenta alguna oportunidad, aprovecharla. Ya veremos cómo llegamos cada uno y cómo quiere el equipo afrontar la carrera.

-Usted ya ha estado en los puestos de honor (6º en 2018, dos etapas en 2019 y 5º el año pasado). Si el equipo o las circunstancias de carrera deciden que usted debe ser la referencia para la general... ¿se siente preparado?

-Sí, preparado sí estoy. Si tengo que ser la alternativa porque hiciera falta, estaría dispuesto a hacerlo, claro.

-El año pasado, una temporada tan rara por la pendemia, completó un Giro muy bueno. ¿Este año cree que llegará mejor, pero o igual que el año pasado?

-Pues es difícil saberlo. El año pasado a lo mejor preparo el Giro en exclusiva y no llego tan lejos. Creo que influyeron otros factores. Como haberme quitado el peso del Tour, por ejemplo. La temporada pasada el Tour lo centralizaba todo, el equipo nos pidió un esfuerzo muy grande, como si todo el año dependiera de esa única carrera. Al terminar sentí una liberación y llegué al Giro sin presión.

-¿No echa en falta acudir este año como líder?

-El año pasado ya fui el líder y me encontré con un equipo superprofesional que me ayudó. Tampoco soy un ciclista que necesite acudir como líder indiscutible. No tengo esa necesidad. Quiero lo mejor para el equipo y no tengo ningún problema en dar el 100% por un compañero.

-¿Con qué resultado en Italia se quedaría satisfecho?

Con un podio en la general. Vamos a intentar ganar, pero creo que si logramos meter a alguien entre los tres primeros, debemos estar satisfechos. Es lo mínimo a lo que debemos aspirar.

-Astana, Bahrain... su trayectoria tras salir del Euskaltel ha sido exitosa. ¿Cómo prevé el futuro? ¿Podemos esperar algún cambio para el año que viene?

-La verdad es que me encuentro muy cómodo en el equipo. Tanto con el trabajo como con mi posición. Si se puede alargar nuestra unión y llegar a un acuerdo, creo que no habrá ningún problema.