Geraint Thomas no tomó la salida en la cuarta etapa del Giro. Tras su caída en la neutralizada del día anterior, provocada por un bidón, sufre “una pequeña fractura sin desplazamiento en la pelvis”. El parte médico emitido por el Ineos indicaba que el galés debe descansar para que la lesión no se agrave. Thomas lamentó su abandono: “Resulta muy frustrante. Trabajé mucho para esta carrera. Hice todo lo que pude, creía que llegaba al mismo nivel o incluso mejor que cuando gané el Tour (en 2018). Me sentía fenomenal, que concluya así es doloroso”. Después de quedarse fuera de la alineación para la ronda francesa por baja forma (se enfadó bastante con su cuerpo técnico), enderezó el rumbo en la Tirreno y parecía que despegaba en el Giro al colocarse como el mejor de los favoritos (tercero, a 23 segundos su compañero Ganna) antes de su accidente camino del Etna.

Sin Thomas, las aspiraciones del Ineos en la Corsa Rosa pasan por el rendimiento que ofrezcan en la montaña Tao Geoghegan Hart (22º, a 3:14 de Joao Almeida) y Jonathan Castroviejo (35º, a 6:31), y Filippo Ganna y Rohan Dennis en las dos cronos que faltan (Valdobbiadene y Milán). Así lo confirmó Matteo Tosatto, director deportivo del equipo: “Sin G, confiamos en lo que los chicos consigan, sin presión. Habrá oportunidades para Teo y Jonathan en las ascensiones, así como para Filippo y Rohan en las contrarreloj”. Y de nuevo sin una referencia para la general, como en el Tour tras la retirada de Egan Bernal, que defendía título. En Francia solventaron la papeleta con el éxito de Michal Kwiatkowski en La Roche-sur-Foron (escapado y abrazado con Richard Carapaz). En Italia al menos no tendrán esa exigencia gracias a la victoria y a la maglia de líder que se llevó Ganna en la jornada inaugural.

El Ineos conquistó en 2019 el Tour con Bernal, acabó noveno en el Giro con Pavel Sivakov y 20º en la Vuelta con Geoghegan Hart. Alcanzó 27 triunfos, por los 13 que suman de momento en la atípica temporada del coronavirus. Carapaz terminó 13º en el Tour y está llamado a comandar a la escuadra británica en la Vuelta. En su preselección figura Chris Froome, que no despeja las dudas sobre su físico y a partir de 2021 vestirá el maillot del Israel, y no aparece Egan Bernal. El conjunto británico contará también con Iván Sosa, Brandon Rivera, Sebastián Henao, Andrey Amador, Michal Golas y Cameron Wurf, con Owain Doull, Christian Knees y el granadino Carlos Rodríguez como reservas.

En España tratarán de revertir una situación anodina para el mayor presupuesto del pelotón: 46 millones de euros. La estructura transmite una imagen apagada y de falta de concentración impropia de los inventores de la burbuja en el ciclismo, que pusieron en práctica antes de que se expandiera el coronavirus (con motorhomes, desinfección diaria, camión cocina, prohibición de chocar las manos…). Incluso registraron el positivo de un auxiliar en el primer día de reposo del Tour. “Sabemos que las cosas no marchan en 2020 como nos gustarían”, asegura con cierto tono de autocrítica el mánager, David Brailsford.