Examen en Burgos
La carrera comienza este martes (15:00, TDP) con un cartel de lujo. La prueba de fuego que marca el regreso del ciclismo comenzó con una baja en el Israel por precaución.
"En esta Vuelta a Burgos nos la jugamos todos, el ciclismo mundial al completo", se sincera Marcos Moral, director de la carrera burgalesa que vivirá desde este martes su 42ª edición, quizá una de las más importantes de su historia. La cita marcará el regreso de este deporte en su más alto nivel tras la pandemia y en ella estarán presentes 14 equipos World Tour, que alinearán a buena parte de las estrellas del pelotón mundial en un recorrido atractivo. Pero, sobre todo, su interés reside en que todos los estamentos de este deporte, desde la UCI a los grandes organizadores, la ven como la prueba de fuego para valorar si el nuevo calendario con el que se pretende salvar la temporada es viable y realista. El protocolo y los controles internos en las horas previas ya tuvieron su primer resultado: la baja de Itamar Einhorn, ciclista del Israel que estuvo en contacto con Omer Goldstein, corredor que dio positivo por coronavirus. No estaba alineado en Burgos, pero sí Einhorn, quien ha sido apartado por precaución.
En lo que respecta a los equipos y la caravana, se asegura que el control sanitario se ha revisado hasta lo humanamente posible, a pesar de la incertidumbre que ha provocado en algunas escuadras extranjeras las noticias sobre rebrotes en la península. "Todo lo hemos comprobado muchísimas veces. Seguimos el protocolo de la UCI y hemos querido dar un paso más. Intentaremos que el pelotón sea una burbuja o, mejor dicho, una suma de burbujas en la que todos los miembros estén controlados", cuenta Moral. Unos exigentes protocolos que incluyen test PCR a todos los miembros de la caravana, desde los ciclistas. hasta todos los miembros de equipos, organización e incluso prensa que puedan estar en contacto con ellos.
La clave del público
Sin embargo, en el repaso que Moral hace de todas las medidas, hay una que preocupa por su difícil control: el comportamiento de los aficionados. "Es clave que el público no nos falle y respete todas las medidas. La carrera va a ser televisada y hago un llamamiento para que nos vean desde casa. Y los que se quieran acercar, que sigan todas las indicaciones". Un público para el que se controlará su acceso a salidas y metas. En los recorridos habrá una especial atención a los puertos de montaña, el uso de mascarillas será obligatorio, así como el respeto de la distancia entre aficionados y con los ciclistas… "Que sean conscientes de que todos debemos remar en la misma dirección. Para que salga bien debemos sumar todos, cualquier imprudencia puede estropear todo".
La seguridad primará en todos los sentidos. "Es la obsesión. Estamos trabajando al límite para que salga bien hasta el último detalle, estoy convencido de que lo lograremos. A todos les hemos exigido la máxima implicación porque este deporte lo necesita. Y si esta carrera es un éxito, no habrá ganado la Vuelta a Burgos. Habrá ganado el ciclismo mundial".
Una salida monumental
La carrera comenzará este martes (15:00, TDP, CyL, ETB y TV3) frente a la Catedral de Burgos, en lo que se espera una espectacular salida. De hecho, el monumento también será protagonista en el arranque de La Vuelta 2021. La meta, en el Castillo, con rampas al 10%.