Con el 1 de agosto como fecha de regreso del calendario UCI World Tour, los equipos de la máxima categoría del ciclismo mundial comienzan a afinar sus preparativos para que todo esté en orden. Es el caso del conjunto Lotto Soudal, que ha comenzado a realizar test de anticuerpos para revelar el estado en el que se encuentran sus corredores con respecto al COVID-19 y descartar así un regreso precipitado a los entrenamientos en caso de no haber superado la enfermedad.

Según el diario Het Nieuwsblad, corredores del conjunto belga se sometieron al test el pasado viernes en el Ghent Energy Lab junto a Jens De Decker, médico del equipo. "Si nuestros ciclistas entran en contacto con el coronavirus y producen anticuerpos, queremos saberlo", confirmó De Decker, y añadió: "Todavía no se ha demostrado científicamente al cien por cien, pero el coronavirus puede tener un efecto en el funcionamiento del corazón. Como precaución, someteremos a cada piloto con anticuerpos en su cuerpo a un examen cardiovascular adicional".

Todas estas medidas de prevención por parte de los equipos están ligadas paralelamente con el protocolo médico que establecerá la UCI próximamente para determinar las conductas especiales que se llevarán a cabo durante las carreras y los campus de entrenamientos. "Antes de cualquier concentración organizada se sugirió que realizáramos pruebas COVID-19 y la prueba de anticuerpos para comprender si los ciclistas y el personal tienen o han tenido el virus. Si creía que un ciclista enfrenta riesgos adicionales para la salud debido al impacto del virus, se someterán a controles más detallados de sus pulmones y corazón. Estos deben realizarse antes del 31 de julio y, por lo tanto, antes de volver a competir", explicó recientemente el médico de Trek-Segafredo Gaetano Daniele a Tuttobiciweb. Toda precaución será poca.