Diario de la ABR: Priego de Córdoba deja huella
Etapón de montaña en el que se ha sufrido por la dureza de las ascensiones y los descensos, pero disfrutado del terreno y la acogida local.
La cuarta etapa de la Andalucía Bike Race estaba marcada en la agenda del pelotón en rojo. A pesar de su relativamente corto kilometraje (58), era la que más metros de ascensión acumulaba en toda la competición (2.310) y prometía emociones fuertes. Y la jornada de Priego de Córdoba no ha decepcionado.
En los prolegómenos de la salida no había otro tema de conversación. Ni siquiera el coronavirus ha conseguido eclipsar la preocupación por la que se venía encima. Una preocupación que se ha demostrado acertada. Una jornada de montaña, en la que casi eran peores los descensos que los ascensos…¡unas subidas de órdago!, pero que a su vez ha dejado muy buen sabor de boca por muchos motivos: la satisfacción de superarla, los impresionantes parajes que se han visitado y la gran acogida local, ya que había aficionados en los confines más insospechados animando desde el primero al último.
Aunque ya hemos dejado la provincia de Jaén, los olivos han sido los compañeros de viaje un día más. Ya desde el inicio se ha comenzado a ascender por el precioso Parque Natural de las Sierras Subbeéticas, para en el kilómetro 13 acometer el primer descenso de órdago. Y, sin descanso, vuelta a subir, esta vez hasta el techo de la ABR, el alto de La Pelona, a 1.300 metros de altitud. Un ascenso de más de 15 kilómetros que se ha sudado, pero también se ha disfrutado. Al coronar ha aparecido blanca y radiante Sierra Nevada, con sus picos del Veleta y Mulhacen, una especie de elixir para recuperar fuerzas para el impresionante descenso que venía a continuación. Tal era su dificultad, que el pelotón añoraba las subidas. ¡Lo nunca visto! Pero, claro, en meta, caras de satisfacción porque no todo el mundo tiene a su alcance completar esta gran etapa.
Y no hay tiempo para el descanso, porque mañana se acomete la etapa reina, ya en Córdoba. Será la jornada más larga, 84 kilómetros, y de nuevo toca subir, más de 2.000 metros. Un importante escollo, aunque a medida que se acerca el final la moral va ganando enteros…y los cuerpos cansancio. A ver quién gana.