Jonathan Castroviejo: “Le tengo muchas ganas al 2020”
El Tour y la contrarreloj de los Juegos Olímpicos están marcados en rojo en el calendario del vizcaíno, importante este año en el Ineos.
Jonathan Castroviejo (1987, Team Ineos) cumplió con sus principales objetivos en 2019. De hecho, fue un gregario indispensable de Egan Bernal en la victoria del colombiano en el Tour de Francia. La carrera francesa volverá a estar marcado en rojo en su calendario, así como la contrarreloj de los Juegos Olímpicos. El vizcaíno se quedó a cuatro segundos del bronce en Río 2016 y su deseo es alcanzar una medalla olímpica en Tokio 2020.
Después de disputar los critérium de Saitama en Japón y de Shanghái en China, toca empezar a trabajar en casa.
Así es. He empezado poco a poco, bici, gimnasio, esquí de fondo... Hay que empezar que la concentración de diciembre llega ya y estoy un poco verde. Después del Tour hasta ahora ha pasado mucho tiempo y necesito volver a sentirme bien encima de la bici. Este año después del Tour me faltaba un objetivo claro para prepararlo y había exigido demasiado al físico tras dos meses sin competir desde la caída de País Vasco.
¿Qué balance hace de su 2019?
Tengo un buen recuerdo de la temporada, marcada por la caída de País Vasco. Empecé en Colombia, una carrera bonita con su afición, pero después el cuerpo me dio un bajón. Quizá por la altura de allí y una carrera como Tirreno, una carrera que me gusta, no la pude hacer como yo quise y luego vino la caída de País Vasco que me marcó el año. Fue un mes de recuperación y acelerar mucho para intentar llegar al Tour. En Suiza y Campeonatos estuve bien, pero después del Tour, seguramente por la recuperación in extremis y toda la competición, el cuerpo me dijo basta.
Y volvió a formar parte del equipo ganador del Tour de Francia.
El objetivo era ganar el Tour y se ganó y con Egan, el primero colombiano en conseguirlo y cómo lo ganó, demostrado ser el más fuerte; salió perfecto. Con la no continuidad del patrocinio del Sky no era fácil volver a ganar el Tour y el equipo lo consiguió. No fue fácil. Sobre todo, nos encontramos con un Alaphilippe que al principio no se le veía como un rival. Pero nos presentamos en la última semana del Tour con él de líder y daba miedo tal y como estaba y lo que demostró en Tourmalet. Yo sabía que en las dos últimas etapas, a esa altura, nadie iba a poder aguantar a Egan. A 2.800 metros es otra historia y lo pudo hacer al final, sacar la ventaja suficiente para ganar el Tour.
El equipo ha ganado siete de las ocho ediciones. Algún día esa racha se romperá.
Está claro. El Tour es el Tour. No siempre se puede ganar, por caídas, por rendimiento o simplemente porque otro ha sido mejor. Hay que aceptarlo y ya está. Mientras que el objetivo número uno de este equipo sea ese, estaremos siempre ahí para intentar ganarlo, si no pasa ninguna desgracia.
Por otro lado, ganó su quinto Campeonato de España contrarreloj.
No es un objetivo pero siempre lo intento ganar. Es una fecha que me viene bien, un poco antes del Tour. Este año aún más porque después de Suiza me servía como un test. Así que ganarlo me dio bastante moral.
Otra buena noticia fue la ampliación de su contrato con el Team Ineos.
El acuerdo se cerró después de la caída de País Vasco y es un detalle por parte del equipo. Eso quiere decir que confían en ti y que has hecho las cosas bien.
El próximo año tendrá un líder más y que conoce: Richard Carapaz.
A Carapaz le conozco de sobra. Para mí no va a ser nada nuevo. Es un gran corredor. Ya somos nueve-diez hispanohablantes. Esto avanza. Chris seguro que consigue volver pero el suyo es un proceso de tiempo porque su caída fue muy grave. Egan, Carapaz, Thomas que también hizo un Tour espectacular, segundo,... Calidad hay de sobra en el equipo.
Otros equipos, como el Jumbo-Visma, también se han reforzado.
Ya en el Tour se vio que Jumbo-Visma estaba muy cerca. Tienen un equipo muy potente y han completado una temporada muy buena. Otros como UAE o Bahrain tienen un presupuesto amplio y grandes plantillas. Es bueno para el ciclismo, que haya competitividad. Y, al mismo tiempo, que Ineos se renueve para hacer las cosas es aún mejor.
¿Qué espera de la próxima temporada con la novedad de los Juegos Olímpicos?
Tengo muchas ganas. Sobre todo, de hacer una primera parte a un buen nivel como he hecho otros años. Hacer un calendario más típico, más a tiro fijo, con por ejemplo Algarve, Tirreno, País Vasco... Y descansar cara al Tour y los Juegos Olímpicos. Son dos objetivos que hay que marcar bien. Los días entre los dos son los que son, siete días hasta la prueba en línea, aunque para la crono son diez días. Yo creo que es suficiente, aunque va a ser complicado. Sí creo que es posible porque Donostia otros años es el sábado después del Tour y en Tokio es un día más. Y lógicamente cuando uno acaba el Tour y tiene la Olimpiada, aunque cueste, no te puedes relajar; es acabar en los Campos Elíseos y coger el avión a Tokio.
¿Le queda la espina clavada de los Juegos 2016 en Río de Janeiro?
La verdad es que sí. Tampoco le he querido dar muchas vueltas, pero da rabia perder por cuatro segundos una medalla olímpica... Por qué no el año que viene. Japón es mi país favorito para viajar, me encanta su cultura, y eso me da más motivación. Vamos a ver si es posible.