Alejandro Valverde sentenció la Ruta de Occitania con su segundo puesto en la dura ascensión al Hospice de France. Iván Sosa le superó al esprint. Algo poco habitual, dada la velocidad del murciano en cuesta, pero al campeón del mundo le costó contactar con el dúo de colombianos que se marchó a falta de dos kilómetros: Sosa y Rigoberto Urán. Conservó la calma en el momento del ataque, reguló el esfuerzo y tiró de experiencia para salvar el maillot de líder. A falta de la jornada que cerrará la carrera este domingo, Valverde saca ocho segundos a Sosa y 17 a Urán. Suficiente para un día casi llano que no debería suponer ningún problema para el Movistar.

Sosa, escalador de 21 años, logró su primer triunfo con el Ineos, aunque en 2018 ya dio muestras de su potencial con diez victorias, entre ellas la Vuelta a Burgos y su parcial en las Lagunas de Neila. Nans Peters, Hubert Dupont, Pavel Sivakov y Óscar Rodríguez, que coronó el puerto de Balès, se convirtieron en los últimos supervivientes de la escapada: tres ciclistas procedentes del Giro (Peters se impuso en Anterselva y Sivakov concluyó noveno) y el combativo navarro del Murias, ganador en La Camperona en la Vuelta de 2018.

El prometedor Sivakov conocía la llegada en alto del Hospice de France de 2017, cuando se llevó la segunda etapa de la Ronde de l’Isard. Pero a los fugados no les alcanzaron las fuerzas. Eso sí, el Ineos tiene otra joya con el ruso, también de 21 años. Education First y Movistar se turnaron en el trabajo de persecución en favor de Urán y de Valverde, y a los dos les sorprendió Sosa: "Supone un orgullo batir a dos talentos como estos dos nombres".