Después de los nervios y la primera criba de este lunes, el pelotón del Dauphiné se tomó un día tranquilo este martes. Debían recorrer 177 kilómetros, con tres puertos de cuarta categoría, y aprovechando que el mal tiempo les respeto cogieron fuerzas para lo que viene por delante. Quentin Pacher (Vital Concept) y Natnael Berhane (Cofidis) fueron los grandes protagonistas de la jornada. Se escaparon en el kilómetro 7 y fueron neutralizados a falta de 12. El pelotón (del que tiró Bahrain y Bora) quería calma y ellos dos fueron la llave que les ofreció su objetivo: pasar el día sin sobresaltos.

Con el pelotón agrupado nadie lo intentó. Tampoco Alaphilippe, quien en el día que cumplía 27 años, no intentó ningún movimiento lejano. Estuvo delante en el rus final para ayudar a Álvaro Hodeg, que finalmente no tuvo opciones de pelear la etapa. El esprint fue una exhibición de Sam Bennett. El ciclista del Bora arrancó el primero, y aunque por detrás replicaron Van Aert y Bellerini, no hubo color. El irlandés tomó unos metros y se dio la licencia de festejar su triunfo antes de cruzar la meta. Está de dulce: séptima victoria del año para él y la 25ª para el Bora. Mientras, Teuns mantuvo el liderato de la prueba.

Este miércoles llegará una nueva criba para los favoritos con una prueba contra el cronómetro de 26,1 kilómetros. Será casi en su totalidad llana, pero tendrá un repecho importante en la mitad. Buen examen con la cabra para los Froome, Nairo, Adam Yates, Thibaut Pinot o Richie Porte, quien debe recuperar el terreno perdido este lunes.