Ainara Hernando estuvo acompañada en el acto por ciclistas como Oscar Freire, Igor Astarloa, Igor Antón, Peio Goikoetxea, Oier Lazkano, Omar Fraile o Igor Antón entre otros. También acudió el que fuera seleccionador nacional en Innsbruck Javier Mínguez. La cita tuvo lugar en Kirol Etxea de Bilbao en las bajeras del frontón de Miribilla donde el día anterior se había jugado la final del manomanista de Primera. Una cita de pelota vasca que coronó a Irribarria con la txapela individual.

Tras "Por amor al ciclismo", la periodista vitoriana publica ahora "Cuando fuimos los mejores", con la editorial Cultura Ciclista. El maestro de ceremonias de la presentación fue, una vez más, Juan Mari Guajardo. "Vivimos tantas emociones que estaba claro que había que plasmarlo en un libro", aseguró Hernando.

Javier Mínguez reconoció que "ha sido un gran trabajo. Ainara ha ido por todas las casas de los protagonistas preguntando y haciendo entrevistas a ciclistas, masajistas, mecánicos, médicos, todo tipo de auxiliares, cocineros... es un gran libro para plasmar un momento histórico ", dijo el ex-seleccionador ante casi un centenar de personas. Entre ellos, los padres de Ainara y Aratz, su novio. La presentación se acabó convirtiendo en una charla de todos los implicados a modo de conferencia con invitados de lujo. Mínguez sigue asegurando que "fuimos todos a una. Es la mejor selección que he tenido nunca. El premio fue de todos los corredores pero al final remató el torero. Si llega a tocar hueso, seguro que habrían llegado las críticas por todas partes", señaló.

Omar Fraile formó parte de aquella selección victoriosa. "Creo que fueron los mejores diez días de mi carrera deportiva y eso que a ninguno nos apetecía concentrarnos en Sierra Nevada. Pero luego las cosas fueron de maravilla porque lo planteamos como una convivencia de varios amigos. Pasaron mil cosas y todo terminó de la mejor manera posible. Ganar el Mundial con Alejandro fue muy, muy grande. Yo creo que cumplí mi papel e hice todo lo que me pidió Mínguez. Es curioso porque el seleccionador me había dicho que yo debía saltar cuando lo hicieran ciclistas del estilo de Caruso o Van Avermaet. Me hace gracia porque, luego, en plena carrera, esos fueron precisamente los dos corredores que dejaron el grupo. Tiene narices pero eso fue lo que ocurrió. Y tal y como me había indicado Mínguez, no di un solo relevo al principio. Luego, más tarde, sí porque vimos que Holanda estaba cogiendo el control de la carrera", aseguró el vizcaíno.