La redención para Sagan está en 54,5 kilómetros de pavés
El eslovaco, que defiende título, sólo lleva un triunfo en 2019. Van Avermaet (ganador en 2017), otro que sale a corregir una discreta campaña de primavera.
Segundo domingo de abril... domingo de París-Roubaix. La carrera de los adoquines llega a su 117ª edición. Nacida en 1896, la cita sólo ha quedado interrumpida en dos ocasiones desde su creación (debido a las dos guerras mundiales): de 1915 a 1918 y de 1940 a 1942. El perfil de 2019 ofrecerá 257 kilómetros, de los cuales 54,5, divididos en 29 sectores, serán de pavés. Los angostos caminos para carruajes de labranza, restaurados cada año con cariño por Los Amigos de la Roubaix, recibirán de nuevo a la élite de los clasicómanos. El Infierno del Norte.
Peter Sagan defiende título. El triple campeón del mundo alzó en 2018 su primer pedrusco en el vetusto velódromo de Roubaix (segundo monumento de su palmarés, tras Flandes 2016). Aunque nunca se le puede descartar, el eslovaco lleva una gris temporada (sólo cuenta con un triunfo: una etapa en el Tour Down Under). “Espero sacar lo mejor de mí al fin, la enfermedad me dejó tocado antes de San Remo”. Van Avermaet, vencedor en 2017, también buscará su mejor versión en otra mala campaña de primavera. Degenkolb, ganador en 2015, Kristoff, el potente Deceuninck de Stybar y Gilbert, Van Aert o Trentin figuran en las quinielas. No estarán el nieto de Poulidor, Van der Poel (ya que su equipo no fue invitado), ni Terpstra, por lesión. Iván Cortina, la baza española.