Jakob Fuglsang fue el ganador de la quinta etapa de la Tirreno Adriático. Una jornada con aroma a clásica con salida y llegada en Raconeti donde el danés atacó desde un grupo de fugados y acabó levantando los brazos. Una victoria que llegaba pocos minutos después de que su compañero Ion Izagirre ganara en la París-Niza. Dos triunfos que colocan a Astana como el gran dominador de la primera parte de la temporada: 19 triunfos.

Lo que no pudo hacer Fuglsang fue desbancar a Adam Yates del liderato, que cruzó la meta a 40", seguido por Roglic, su principal rival en la general a 25", y un Tom Dumoulin que a pesar de tener la crono final de cara, ya se encuentra a 1:55 de Yates. Este lunes, etapa llana antes de que el martes todo se decida en los 10,5 km llanos de San Benedetto del Tronto.