Miguel Ángel López hizo buenos los pronósticos en la etapa reina de la Vuelta a Burgos y se coronó en el Picón Blanco. Triunfo y liderato para el colombiano, en plena preparación para la Vuelta a España (25 de agosto), aunque no lo tuvo fácil ante el empuje final de su compatriota Iván Ramiro Sosa, un joven escalador de 20 años del Androni que lleva un 2018 espectacular (cuatro victorias). No obstante, López supo sufrir e imponerse sobre la misma linea de meta para, además, enfundarse el maillot morado. 

A pesar de los intentos previos, siendo Lluis Mas el más combativo, el trabajo del Sky y Astana en la aproximación a la ascensión final hizo que la etapa siempre estuviera entre los favoritos. Su trabajo no sólo sirvió para cazar a los fugados, sino para selecciponar al grupo, que pronto tenía menos de 10 unidades. Con este panorama, Miguel Ángel López hizo su primer intento a 4 de meta, llevándose con él a Taramae (Direct Energie), un gran Igor Antón (el de Dimension Data estuvo muy activo) y un Iván Ramiro Sosa (Androni) al que se le veía gran facilidad. El Sky, con el joven Tao Geoghegan trabajando para David De la Cruz, controlaban pocos metros más atrás.

Sin embargo, López no tardó en volverlo a intentar, a 3 km, y esta vez sí se fue solo. La dureza del ataque y las dudas de sus rivales le permitieron abrir hueco, aunque poco a poco, en las duras rampas del Picón Blanco, el del Astana perdió fuelle y ya en el último kilómetro Sosa arrancó a por él dando paso a un bonito duelo en el que Supermán supo dosificar, aguantar el ritmo de Sosa y colarse por la parte buena en la última curva para lograr un triunfo muy justo que le respalda en su camino a la Vuelta (25 agosto), donde debe ser uno de los favoritos a todo.