Torres y Mora: la medalla de Tokio se cocina en Glasgow
La pareja española formada por el menorquín Albert Torres y el vila-realense Sebastián Mora aspira a medalla de madison del Campeonato de Europa.
Tokio 2020 aún queda lejos. Pero en España ya se van atisbando las posibilidades de medalla en las distintas disciplinas deportivas. Una de ellas es la del ciclismo en pista, con el menorquín Albert Torres y el vila-realense Sebastián Mora, que en la recuperada modalidad de madison son una de las parejas más fuertes del panorama mundial.
Pero para ello lo primero es clasificarse para estar entre las 16 parejas que disputen el torneo olímpico. Y esa tarea comienza este lunes en Glasgow. Los primeros puntos en juego se ponen en el campeonato de Europa de la especialidad. Tras una concentración en Valencia y calentar motores en scracht (Mora fue 17º) y ómnium (Torres, 7º), este lunes se disputa su prueba mágica, la madison, en la que se sienten de los mejores del mundo. No en vano, ya han sido dos veces campeones de Europa y plata y bronce, en los dos últimos Mundiales.
“El objetivo es intentar luchar por la medalla de oro y revalidar el título continental conseguido en 2016 y 2017. Este Europeo es más importante porque empieza la clasificación a los JJOO de Tokio”, asegura Torres.
Para meterse entre los participantes de Tokio no sólo tienen que hacer un buen papel en este Europeo. Las pruebas de la Copa del Mundo de este año (correrán tres de seis: Francia, Canadá y Alemania) y el campeonato del Mundo de 2019 de Pruszkow (Polonia) ponen en liza los puntos para tener el pasaporte para Tokio. “Esta prueba es la más importante para empezar el ciclo olímpico con buen pie”, asegura Mora.
Además de la primera, este Europeo es casi más complicada que los Mundiales ya que las potencias de la especialidad están en Europa. “Faltan potencias mundiales como Australia, pero sí que es un campeonato duro porque las grandes potencias de esta prueba están aquí”, comenta Mora.
La pareja ya llevan varios años corriendo juntos. Tanto que se entienden sólo con mirarse, algo básico en esta prueba en la que completan el relevo a más de 55 kilómetros por hora. “Son muchos días que pasamos juntos: concentraciones con la selección española, competiciones, viajes... Nos une una gran amistad que al final se ve reflejado en la competición con una buena compenetración en carrera”, reconoce Torres.