El Polartec-Kometa retoma el pulso competitivo con la dureza del Valle de Aosta

Pocas carreras en el orbe ciclista tienen como carta de presentación una ‘proloescalada’, un concepto de por sí poco explorado, pero el Giro al Valle de Aosta es desde luego una de esas elegidas y con esa propuesta, en suelo francés, arranca este miércoles 11 su próxima edición. El Giro del Valle de Aosta es una carrera difícilmente comparable a otra. Y con ella llega el segundo gran reto deportivo del curso para el Polartec-Kometa continental, un reto de enjundia y de enorme dureza en el que la montaña tiene un papel protagonista, predominante.

Miguel Ángel Ballesteros, el eritreo Awet Habtom, el neerlandés Kevin Inkelaar, Juan Pedro López y el colombiano Wilson Peña, dirigidos por Jesús Hernández, se batirán el cobre por las siempre exigentes rutas alpinas. “Los cinco han estado concentrados en altura en diversos puntos. En Eritrea, en Colombia, en Sierra Nevada, en el Stelvio… Llegarán en buenas condiciones físicas. Gracias a la cronoescalada del primer día vamos a ver bien pronto quien es nuestro hombre para la general. Aunque intentaremos, como siempre hacemos en estas pruebas sub23 de alto nivel, ser protagonistas. Nos veremos con los mejores ciclistas de la categoría, por lo tanto hay que ir con ambición, buscando etapas y buscando hacer una buena general. Vamos sin descartar nada, sin cerrarnos a nada, buscando ser protagonistas todos los días”, explica Hernández.

Aosta, que administrativamente es un territorio especial y autónomo dentro de Italia, deportivamente es un canto a la montaña. La orografía ayuda, claro. Sobre cinco etapas, una de ella cronometrada, tres tienen final en alto, otra podría considerarse que presenta un final en cuesta dada la concatenación de subidas prácticamente sin descanso en su parte final y, finalmente, otra cuenta con un puerto en las cercanías de meta. El domingo, la última etapa, concluirá la edición 55 a los pies del Cervino con una etapa que calca los últimos kilómetros de la etapa del Giro de Italia 2018, así como también el penúltimo puerto, el duro St. Pantaleon (si bien se afronta por la variante de Verrayes).

El Polartec-Kometa, que acude con un cinco donde sólo Juan Pedro repite con respecto al Giro de Italia Sub23, carrera en la que el sevillano se tuvo que retirar por la mala racha de caídas que padeció en la que era su primera prueba con el equipo continental, llega a Aosta con el firme compromiso de ser protagonista y buscar una victoria parcial. Sobre objetivos más ambiciosos, mandará la carrera. Y ésta, bien pronto dada esa ‘proloescalada’ inicial, dirá quién es el ‘capo’ de la formación madrileña. “Voy con muchísimas ganas. Tengo ganas de hacerlo bien y me he centrado al máximo para prepararlo. Quiero hacerlo bien por si tengo alguna oportunidad de ir al Tour del Porvenir, que me gustaría mucho”, indica Juan Pedro López.

“Después de haber competido el año pasado en Aosta me han quedado muy buenos recuerdos. Es una de las más grandes, de la más importantes y de las más duras carreras en la temporada sub23. Me siento bien, con un ánimo positivo y voy a poner todo para darlo todo. Espero hacerlo bien con el equipo y hacer una buena carrera. Para mí, personalmente, la temporada hasta ahora no fue tan bien como había planeado y como esperaba. Realmente estoy esperando que llegue la carrera”, cuenta el neerlandés Kevin Inkelaar, quien regresa a la competición en la cita transalpina y que acabó duodécimo en 2017.