Mikel Landa dio al palo en el primer final en alto de la Vuelta a Suiza. El español fue valiente. Atacó a falta de seis kilómetros para la meta en el Leukerbad y tuvo la victoria muy cerca, pero le sobraron los últimos 200 metros. El trabajo de Astana y Bahrain lo aprovechó otro equipo, el UAE, que vio como Diego Ulissi endurecía el ritmo en la parte final y acababa atrapando al español e imponiéndose en el sprint de manera clara. Tenía una marcha más en el rus final.

Landa fue el único valiente de los favoritos. BMC controló la carrera, y Richie Porte se dedicó a esperar. Sus compañeros tumbaron la escapada del día, donde destacó Larry Warbasse, a falta de siete kilómetros. Ahí comenzó la fiesta. Saltaron Bidard y Carthy, quienes pronto quedaron eclipsados por Landa. El vasco les cazó y se marchó en solitario. Su diferencia siempre osciló entre los 10 y los 15 segundos. Renta que mantenía la incertidumbre.

No llegó Landa, que acabó dejándose 13 segundos con el vencedor de la etapa. Pagó el esfuerzo, pero se queda décimo a 47 segundos del nuevo líder, Richie Porte. Al australiano le salió redonda la estrategia. No gastó y relevó a su compañero Küng. Buen papel también de Enric Mas, que aguantó la rueda de Ulissi hasta los últimos veinte metros, y acabó segundo. Este jueves nuevo final en alto, aunque diferente. El pelotón ascenderán dos puertos de categoría especial, Furkapass y Klausenpass, pero el segundo lo coronarán a falta de 66 kilómetros de meta. Habrá tiempo para los reagrupamientos hasta el último puerto de la jornada, el Gommiswald, de tercera categoría.