No hubo tregua metereológica en la última etapa de la Andalucía Bike Race by Shimano. Tras la suspensión de la quinta etapa a causa de las fuertes lluvias, la organización tuvo que recortar el trazado de la sexta y última por motivos de seguridad. Fueron poco más de 30 kilómetros, pero con una subida inicial dura y un sendero muy técnico en la parte final que marcó diferencias. Poco, pero intenso para poner el broche final a la carrera.

Tiago Ferreira se apuntó su tercera general (la primera en parejas, las dos siguientes en individual). El portugués comandó la carrera durante gran parte de la etapa. Sabía que debía abrir para evitar contratiempos y así lo hizo. En la parte final, donde había que arriesgar más decidió ser más prudente y jugar con su renta. Lo llevó a cabo tras un gran ataque de Fabián Rabensteiner. El italiano quería su segunda etapa y se fue con todo.

Arriesgó, pero la estrategia le salió bien. Ferreira acabó con cautela y al cruzar la meta lo reconoció. "Era una etapa para controlar, al final lo importante es ganar la general, no la distancia que le saques al segundo", apuntó. La tercera plaza de la etapa y segunda en la general fue para el español Enrique Morcillo que mostró el arrojo necesario para arriesgar y acabar segundo.

Hovdenak no dejó dudas en categoría femenina

Sin duda alguna una de las participantes que menos sintió las inclemencias meteorológicas fue Hildegunn Hovdenak. La noruega estaba cómoda y lo refrendó en las dos últimas etapas. Las ganó y acabó llevándose la general. Naima Madlen, segunda, quiso sorprenderla en la subida inicial, pero una vez coronado la líder apretó el ritmo y nadie la pudo detener. Tenía mucha renta y la amplió todavía más. En el tercer cajón de la general acabó Chloe Woodruff, que lideró durante las primeras etapas, pero acabó cediendo su lugar. Era su primera carrera por etapas y lo notó, aunque su futuro es mucho.