Landa: "Que en 2018 logre cosas bonitas y las disfrutemos"
Cumplió 28 años el 13 de diciembre y se presentó con su nuevo equipo para 2018, el Movistar. El alavés desea “disponer de libertad de movimientos en Tour y Vuelta". Brindó con As.
-¿Cómo va la pretemporada?
-Bien, empecé a darle en serio a mediados de noviembre. Me entrené unos días por Madrid y ahora, en Calpe, para aprovechar su clima más templado. Me encuentro tranquilo y centrado, consciente de la ocasión que se me presenta.
-¿Dónde y cuándo arrancará su nueva etapa con el maillot del Movistar?
-En Andalucía, el 14 de febrero, para estar bien en abril.
-¿Y los objetivos prioritarios?
-En principio, Tour y Vuelta. Llevo años de experiencia acumulada y creo que me he ganado el derecho de acudir con libertad de movimientos a las grandes rondas.
-¿Permanece la espinita de perder el podio del Tour por un segundo?
-Sí, con la distancia duele más. Por eso pretendo correr para mí, para no reprocharme nada si después no logro lo que parece a mi alcance. Afronté las tres semanas frenado, al servicio de Froome. Sabía a lo que iba, aunque habría agradecido que jugaran mi baza para terminar los dos en el cajón de París.
-Y la Vuelta, ¿para llegar en forma al Mundial?
-Me gustaría disputarla al máximo, me motiva intentar un buen resultado. Aparte, no perderé las opciones de entrar en la lista de convocados. O al menos que Mínguez me considere para la preselección, ya se verá luego lo que decide. El trazado de Innsbruck, con tanta dureza, pienso que se adapta bien a mis características.
-¿Qué tal el recibimiento y la primera toma de contacto en el Movistar?
-Muy bien, me han puesto las cosas muy fáciles. El entorno y las costumbres son más cercanos, me entiendo con todo el mundo en castellano… En Astana y Sky no tuve problemas de idiomas o de adaptación, pero apenas pillaba las bromas y los chistes.
-¿Echaba de menos España después de cuatro temporadas en escuadras extranjeras?
-Un poco sí. Nunca me sentí mal, fuera de competición siempre estaba cómodo con corredores y auxiliares. Simplemente necesitaba que un director apostase por mí. Eso es lo que busco con el Movistar.
-¿Dispondrá de un grupo de ciclistas y técnicos de confianza?
-No, porque Movistar se ha distinguido por la unidad del bloque desde que comenzó. Quiero una buena relación con todos mis compañeros.
-¿Cómo le han acogido Valverde y Quintana, los otros dos gallos?
-Bien. Quizá más distendido con Alejandro, por tratarse de una persona muy alegre. Entiendo que Nairo remarque su condición de líder: desea sus oportunidades, como yo las mías. Me las he merecido y nos complementaremos.
-¿Habrá fricción o declaraciones similares a esas en las que reclamaba galones?
-No. Ese tiempo de gregario quedó atrás. Me han parado tanto en Astana como en Sky, cuando llevaba piernas para ganar. Si me dicen que me detenga otra vez, no lo haré. Me toca perseguir mis metas.
-¿Tiene lo que hace falta para ser el jefe de un equipo?
-Ya lo hablaremos más adelante, pero creo que sí. Básicamente ser honesto, educado, un buen trabajador y ofrecer lo mejor de mí en entrenamientos y carreras.
-¿Se ve como el líder del pelotón español?
-Ahora es lo que me corresponde. Aunque no sumaré los títulos de Contador, pretendo que los aficionados disfruten con mi estilo atacante. Divertirme yo y que se diviertan ellos.
-¿Qué tal su otra faceta, la de patrón de la Fundación Euskadi?
-Aunque cuesta empezar y lanzar una estructura continental, lo tenemos todo controlado para cuidar a los chavales. Jesús (Ezkurdia) y Jorge (Azanza) se encargarán más de la parte técnica, y yo gozaré con sus resultados.
-Por último: ¿sus deseos para 2018?
-Vibrar, conseguir victorias, podios y cosas bonitas, y que los disfrutemos los fans del ciclismo y los lectores de As.