No habrá final en alto en la séptima etapa de la Vuelta a España 2017, pero el Alto del Castillo será decisivo. Son sólo dos kilómetros (al 7% de desnivel medio), pero con 195 kilómetros ya en las piernas y 12 todavía por delante las sorpresas se pueden dar. Será el día propicio para una fuga, como pasó en la sexta etapa, aunque los hombres de la general también quieren fiesta.

Antes del Alto del Castillo, los ciclistas subirán dos puertos de tercera categoría (La Montalbana y Santa Cruz de Moya), aunque lo escarpado del recorrido será la tónica durante los 207 kilómetros que unirán las localidades de Llíria y Cuenca. Será la etapa más larga de la Vuelta en un día donde el calor también puede ser clave al internarse en la meseta. 

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