Mikel Landa se impuso en el Alto del Castillo, en la primera etapa de la Vuelta a Burgos, y es el primer líder de la carrera. El corredor del Sky habló con los medios al término de la jornada y comentó la estrategia del equipo: "Nuestro objetivo era estar bien colocados. No queríamos sorpresas porque la subida y la bajada son técnicas. En la bajada he visto que el grupo iba bien enfilado, me he probado y nos hemos juntado un grupito que queríamos ir para adelante y nos ha servido para luchar por la victoria".

La primera en esta edición para él y la segunda de su carrera tras la de 2011. Es una prueba que le gusta y en la que disfruta, como destacó hoy: "Burgos es muy especial para mí y quiero mi oportunidad. Más que reivindicarme es a disfrutar a lo que he venido". Ahora tratará de mantener el liderato hasta el final ayudado por un equipo fuerte que, esta vez, sí esta a su servicio. "Siempre es bueno empezar así y ojalá mantenga este maillot hasta el final. Lo intentaremos. Tenemos un equipo fuerte que puede controlar la carrera sin problemas". La prueba de fuego será el jueves, con el Picón Blanco como plato fuerte del día. "El jueves será el final que haga más diferencias. Me gusta e intentaré disputar la victoria", comentó al respecto.