Spilak se exhibe e Izagirre se queda otra vez muy cerca
El esloveno, de 30 años, puso la guinda al trabajo del Katusha y logró el doblete: etapa y liderato. El vasco fue segundo y se colocó 8º en la general.
Simon Spilak dio un golpe de autoridad en la Vuelta a Suiza. El esloveno, sin victorias en su palmarés desde 2015 (la general de Suiza, precisamente), remató un gran trabajo del Katusha desde el inicio del puerto final y logró el doblete: etapa y liderato. Pozzovivo, que llegaba como líder a esta séptima etapa, reventó a 7 km de meta y acabó cediendo 2:40. Mejor estuvo el vasco Ion Izagirre que, tras quedar tercero ayer, volvió a intentarlo en Tiefenbachferner: solo 22 segundos le separaron del triunfo. Ahora es octavo en la general.
La victoria de Spilak no fue casualidad. Su trabajo costó, pero el conjunto ruso lo tenía claro: la clave era desgatar a los gallos desde el principio del Tiefenbachferner. Y así lo hicieron. Pese a que el Bahrain llevó el peso en las primeras rampas, rápidamente Taaramae se puso a los mandos del grupo de los favoritos y el reguero de ciclistas que fue dejando era espectacular: Soler, Pozzovivo, Rui Costa... Solo quedaba que Spilak diera la estocada.
Y remató. A ritmo, sin casi levantarse de la bicicleta, se marchó en solitario. Dombrowski intentó cazarlo, pero Spilak iba sin cadena. El puerto, largo, de más de 13 kilómetros y con rampas muy exigentes, hizo la selección natural. Pozzovivo reventó (las piernas notaron el esfuerzo del Giro), Soler pagó el ímpetu de los primeros kilómetros e Izagirre dosificó. Lo hizo inteligentemente. A medida que pasaban los kilómetros su cadencia aumentaba, pero no lo suficiente como para atrapar a un Spilak que iba lanzado a por la victoria.
El esloveno llegó a meta sin necesidad de sprintar, alzó los brazos y celebró el triunfo. Ansiado triunfo tras dos años de sequía. Izagirre, una vez más, se quedó con la miel en los labios. Pero dejando buenas sensaciones de cara al Tour. Segundo ahora es Damiano Caruso a 52 segundos y tercero, Steven Kruijswijk, a 1:05. Mañana, etapa corta: 100 kilómetros. Ocho vueltas a un circuito rompepiernas con final en Schaffhausen. Ideal para cazaetapas.