Tras ceder 1:04 por los abanicos el primer día, Alberto Contador quedó cortado de nuevo camino de Amilly, aunque esta vez controló la situación: “Fue un día infernal desde el primer momento, casi peor que el primero. Con apenas diez kilómetros ya se habían producido mil grupos por el viento, hubo unos nervios increíbles y el pelotón se cortó muchísimo. Yo estuve siempre bien colocado, aunque luego fui en un grupo trasero. Con ayuda de mis compañeros del Trek conseguimos enlazar con los del corte principal, en el que calculo que irían unos 20 ciclistas máximo”.

El madrileño se mostró satisfecho de no haber perdido más tiempo: “Me siento contento de salvar una jornada de muchísimo peligro, un día de esos que desgastan con tanto frío, lluvia y viento. Las piernas lo recordarán por bastante tiempo, pero se libró y ahora toca recuperar, entrar en calor y mañana será otro día. La pena es que no se pudiera sumar la victoria con Degenkolb, que terminó segundo al sprint”.

Sobre sus opciones en la general, no descarta un giro a pesar de las pérdidas: “Creo que la carrera continúa abierta, aunque las diferencias que se produjeron en la primera etapa con algunos corredores fueron muy grandes. Quedan jornadas por delante y existe la posibilidad de que sucedan mil cosas. Lo más importante es recuperar bien día a día y ver qué hacer una vez llegue nuestro terreno”.

Sigue la narración de la Tirreno-Adriático 7ª etapa contarreloj

Alberto Contador

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