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MOUNTAIN BIKE

Carlos Coloma: “Los olímpicos debemos ser ejemplares”

El logroñés (35 años) logró en Río la 17ª y última medalla para España, un bronce que supuso “muchísimos sacrificios”. Se recuperó de una doble operación en el hombro. Dauphiné 2017

Logroño
Carlos Coloma: “Los olímpicos debemos ser ejemplares”
MMR

—¿De dónde surgió su afición al mountain bike?
De mi padre, que corría como aficionado en categoría máster. Jugué a fútbol, a pelota e hice taekwondo. Lo compaginaba con la bicicleta, siempre iba por ahí con mi California en Albelda. Hasta los 13, cuando mi padre me llevó a competir a unos opens a Cataluña. Vimos que se me daba bien y a la siguiente temporada empecé en la Federación Riojana, pero en carretera. A los 17 ya me cambié al mountain bike por mis buenos resultados y medallas internacionales... y hasta hoy.

Logró el bronce olímpico en Río a los 34 años (cumplió 35 en septiembre). ¿Por qué tan tarde?
Quizá de joven no me cuidé ni me lo tomé muy en serio. En 1999 me proclamé campeón del mundo por relevos. En 2001 conseguimos el bronce, como en 2003, en los Europeos. No se vive de la clase, y después me lastraron las lesiones. La que sufrí en el hombro en 2013, con dos operaciones, casi me obliga a retirarme. Comprendí, al permanecer fuera de lo que más me gusta, que tenía que luchar y exprimirme.

—Descríbanos esa lesión.
La superé con mucho sacrificio, fuerza de voluntad y dinero de mi bolsillo. Recurrí a un exboxeador, José Ignacio Barruetabeña, Barru, para rehabilitar el hombro. Se trata de mi entrenador personal, pendiente de mí en cualquier momento. Como Mikel Zabala en la preparación física. Formamos un magnífico grupo, que complemento con la seguridad económica de los contratos con mi equipo y mis patrocinadores, y la tranquilidad emocional que me aporta mi familia.

—¿Cómo se posiciona sobre el dopaje y las trampas?
Totalmente en contra. Compito limpio y creo en proyectar un buen concepto en mi actividad y en el día a día. Los deportistas olímpicos debemos ser ejemplares. El deporte con dopaje no se puede considerar deporte.

—Su celebración no resultó demasiado modélica.
“¡Por mis huevos!” surgió así, una explosión de alegría por tanto sufrimiento. No reniego de esa imagen, ha quedado ahí, aunque tampoco me identifica.

—¿Molesta que se hable de su disciplina sólo en épocas olímpicas?
No. Asumo los pros y los contras del mountain bike. No soy una estrella de fútbol, entiendo que recibamos más atención en las grandes citas de nuestro calendario.

—¿Se siente reconocido?
Sí. Y aún más en La Rioja, donde siempre me han apoyado sponsors y el Gobierno regional.

—¿Cuánto le ha cambiado la vida su bronce?

—Alcancé mi mayor logro en Río. A nivel mediático y de repercusión, muchísimo. Me piden fotos, autógrafos, me invitan a eventos, me llaman las marcas... Pero con los pies en el suelo y centrado. ¿Lo que más me ha ilusionado? La recepción de la Casa Real. O que gente mayor se emocionara con mi éxito y que los chavales digan que desean emularme. Lo agradezco de veras.

—¿Y sus objetivos de futuro?
En 2017, el maillot arcoíris. Con una mirada más allá, me encantaría continuar vinculado a mi profesión, como probador y asesor, y fomentar más mi escuela para niños. Sería la leche si mis hijos me salieran bikers.

EL MTB PIERDE A HERMIDA EN 2017

José Antonio Hermida, de 38 años, plata en Atenas 2004 y arcoíris en 2010, dejará el mountain bike de alto nivel en 2017. Coloma le considera “el pionero español y un hermano mayor”. Al riojano, Sergio Mantecón y David Valero se les acaba de unir en la élite el prometedor Pablo Rodríguez, de 23 años y oro europeo Sub-23 en 2015. “Es muy importante que haya cantera”, apunta Coloma, quien cambiará el MMR por otro equipo en 2017. “Se sabrá pronto”.