Boonen reaviva la polémica de los frenos de disco
La UCI quiere experimentar en 2017 y el belga ya ha anunciado que pretende usarlos. La Asociación de Ciclistas Profesional niega que se hayan aprobado. Dauphiné 2017
La polémica con los frenos de disco en el ciclismo se reaviva. La Unión Ciclista Internacional quiere que retornen al pelotón para 2017, pero aún no cuenta con el apoyo de las asociaciones de ciclistas. La controversia, en esta ocasión, la ha provocado uno de ellos, el belga Tom Boonen, que ayer presentó su nueva bicicleta para la próxima temporada con frenos de disco incluídos.
Las probaturas por parte de la UCI, hasta el momento, no han salido del todo bien. Markel Irizar, uno de los primeros en montarlos (en la Vuelta a España de 2015), habló de sus imperfecciones: “Frenada buena y homogénea. Ahora bien, hay que trabajar en el peso y, sobre todo, en cubrir el disco por si hay caídas”.
En 2016 la UCI siguió con su experimento, permitiendo su uso en determinadas pruebas. Hasta que una grave caída que sufrió Francisco Ventoso, en la París-Roubaix, reavivó la polémica. Los ciclistas se percataron del peligro que conllevaba, protestaron, y la UCI se vio obligada a suspenderlos. Su uso, que comenzó a finales de 2015, no llegó a gozar ni de seis meses de vida.
“No estoy en contra de su uso. Todo lo que sirva para mejorar el ciclismo me parece bien, pero lo primordial es la seguridad del corredor”, explica un Ventoso que fue muy crítico en su momento tras el brutal corte que sufrió en la tibia.
En octubre, con motivo de la celebración del Mundial, y cinco meses después de su suspensión, la UCI decidió recuperar los frenos. “Será seguido muy de cerca y formalmente evaluado cada mes”, comunicó el máximo organismo internacional. Dicha experimentación dará comienzo el 1 de enero de 2017 pero todavía no cuenta con la aprobación del colectivo ciclista.
José Luis de Santos, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales Españoles, advierte que “está medida difícilmente se llevará a cabo en la primera parte de la temporada. Se están realizando numerosos estudios al respecto y, hasta que no se llegue a un acuerdo entre todas las partes, los frenos de disco no se implantarán en el ciclismo profesional”.
La polémica se reaviva. Las marcas presionan, algunos corredores les ven bondades, la UCI quiere que sean más seguros y la asociación de ciclistas, por ahora, no da el visto bueno hasta que se realicen las modificaciones pertinentes. Un desconcierto que provoca que la polémica no cese.