"El conductor español es el más respetuoso de toda Europa"
Manuel Quinziato es italiano, pero reside en Madrid, en el barrio de Argüelles: "El momento de cruzar La Castellana en bici es fantástico".
Dos ‘madrileños’ regresaron con una medalla de plata de los recientes Mundiales de ciclismo de ruta en Doha (Qatar): el italiano Manuel Quinziato, que reside en Argüelles, y el estadounidense Joey Rosskopf, que vive en Chueca. Ambos integraron el sexteto del BMC que terminó subcampeón en la crono por equipos.
Quinziato es el más ‘madrileño’ de los dos. Y el más laureado en la crono por equipos, donde suma dos oros (Ponferrada 2014 y Richmond 2015) y dos platas (Valkenburg 2012 y Doha 2016). “Lo bonito de esta especialidad es que tienes que quitar tu propio ego. Cuanto más fuerte eres, más tienes que cuidar de los que son menos fuertes. Porque uno muy fuerte puede matar a todo el equipo, como hemos visto a Wiggins y Cancellara”, explica este italiano, que el domingo cumplirá 37 años.
Manuel vive en Madrid por amor. Su mujer, Patricia, es salmantina, pero reside en la capital desde 2003. “La conocí en la Vuelta a España de 2008: era azafata. Ya en 2009 empecé a ir y venir a Madrid, pero en los últimos tres vivimos la mayoría del tiempo aquí”, cuenta el trentino. Ambos acaban de tener un hijo: Gabriel, de dos meses.
El italiano del BMC continúa el precedente marcado por Giovanni Lombardi, su representante, que también se emparejó con una española y se mudó a Chueca. Durante mucho tiempo fue el único ciclista profesional que vivía en el centro. “Ahora viajo tanto, que apenas estoy unas semanas en casa. Cuando lo hago, sigo viniendo a Madrid”, dice Lombardi.
La comunidad de ciclistas está creciendo: “En Madrid vivimos dos del equipo, Rosskopf y yo, pero también tenemos a Fran Ventoso en Alcobendas y Nicolas Roche se acaba de comprar una casa en Pozuelo. Ambos correrán el próximo año con el BMC-Tag Heuer”. Quinziato no tiene “ningún problema” para entrenarse: “Al contrario: el momento de cruzar Madrid es fantástico. La Castellana es amplia. Eso puede ser un inconveniente para un español, pero yo soy de fuera. El respeto que aquí tienen los conductores a los ciclistas es impresionante, increíble… No hay país en Europa que respete tanto”.