Fabio Aru gana en solitario tras un pulso extremo al pelotón
El sardo llegó en solitario a Tournon-sur-Rhone, con dos segundos sobre Kristoff. Contador sigue líder, aunque tuvo que cambiar la bici con Kreuziger.
Fabio Aru fue el inesperado ganador de la tercera etapa del Dauphine, con final en Tournon sur Rhone, en principio más propicia para sprinters. El vencedor de la Vuelta 2015 sorprendió al pelotón con un ataque en la bajada del Col de Secheras (a falta de 20 km) en el que era difícil de creer. Junto a él estaban Landa, Tony Martin, Luis León (le ayudó)... que renunciaron a pelear con el gran grupo. Pero el sardo, un tipo ligero (62 kilos), sí tenía claras sus opciones y galopó en solitario por las cercanías del río Rodano, como si fuera un contrarrelojista, apurando en las curvas y en los puentes. Sus riesgos le sirvieron para llegar en solitario a meta con dos segundos sobre el pelotón, que comandó Kristoff.
Terpstra, Gautier, De Gendt y Quemeneur formaron la fuga del día y llegaron a tener 4:40, pero el pelotón quería llegar a toda costa y fueron neutralizados a falta de 25 kilómetros, poco antes del comienzo de Secheras (2,9 kilómetros al 8,2 %), donde Tony Martin atacó, seguido de Pierre Rolland. Allí el alemán creó el germen que Aru se aprovecharía en la bajada... "Era muy difícil ganar, pero lo intenté, me vi con fuerzas y al final pude llevarme la victoria. No me lo termino de creer", contaba el de Cerdeña, que aguantó (con ventajas de entre 15 y 5 segundos) y ganó el pulso a un pelotón entero en el que el Katusha trabajó para Kristoff y Bouhanni no obtuvo recompensa a su esfuerzo en la subida a Secheras (se mantuvo con los mejores).
En la general, sin novedades, y la lucha por una llegada masiva provocó que Alberto Contador no tuviera que hacer trabajar al Tinkoff para conservar el maillot amarillo, aunque el de Pinto rompió la rueda trasera y Kreuziger le cambió la bicicleta. No perdió tiempo y otra jornada salvada para el español, que hoy se enfrentará al terreno rompepiernas que hay entre Tain-l'Hermitage y Belley. Serán 176 kilómetros, con una llegada ideal para sprinters.También lo era la de hoy... hasta que llegó el indomable Aru con su pulso extremo.