Un valiente Contador lo dio todo y se quedó a 4" de Thomas
El español atacó primero a 50 kilómetros y luego en el último puerto, el Col d'Éze. Entró segundo, tras Wellens, pero el líder se rehízo y salvó la general por un suspiro.
Ambicioso. Valiente. Espectacular. Alberto Contador no pudo recoger el premio a su inconformismo, se quedó a 4 segundos de ganar su tercera París-Niza. Lo intentó con todas las fórmulas posibles. Primero, con un ataque a 50 kilómetros y dos compañeros de puente, Kiserlovski y Trofimov, que le llegó a poner con un minuto de ventaja. Y acto seguido, en la última subida, el Col d’Éze. Ahí, el líder Geraint Thomas hizo crack y el español arañó hasta 33 segundos en compañía de Richie Porte y Tim Wellens. Comenzaba la persecución desde la cima hasta la meta de Niza: cronómetro en mano. Ganó el belga Wellens. Contador, segundo, atrapó 6” de bonificación, pero el británico entró a 5”. Insuficiente. El madrileño acabó a esos 4 segunditos, la diferencia más pequeña en la historia de la carrera.
Cuando partió la etapa de Niza por la mañana, nadie dudaba de que Contador iba a probar algo. En esto, el líder del Tinkoff es transparente: siempre que sale a una carrera, la disputa hasta el final. Hasta el límite que ponga sus fuerzas. En esta última etapa no protagonizó un ataque a la desesperada, sino con cabeza. Los 15 segundos que le separaban de Thomas eran neutralizables. Y se puso manos a la obra.
CLASIFICACIONES
Contador marcó en el libro de ruta el penúltimo puerto, Peille, que se coronaba a 47,5 kilómetros de la meta. Y arrancó con fuerza. Por delante rodaban infiltrados entre los escapadados sus dos compañeros Kiserlovski y Trofimov, que lo dieron todo por su jefe. La ventaja llegó a rebasar el minuto, pero el Sky de Geraint Thomas no se puso nervioso. Aparentemente. La distancia se fue reduciendo y el madrileño sucumbió a 23 km de la llegada, cuando sólo faltaba un kilómetro para iniciarse la subida a Éze.
Al español todavía le restaban balas en la pistola. En uno de esos disparos, Thomas mostró su debilidad. El zarandeo anterior sí había surtido un efecto desgastador. Y se quedó descolgado: “En ese momento tenía unas piernas horribles, creía que se había acabado todo”, dijo luego el galés. Contador se marchó con Richie Porte, que se estaba jugando el podio. Por el camino recogieron a Wellens. Por detrás, Henao arrastraba como podía del maillot amarillo. Con 33 segundos de ventaja en la cima y 15 kilómetros por delante, todo parecía a favor de Contador. Pero el descenso refrescó las piernas y la moral del británico, que remontó lo suficiente para coronarse vencedor.
Contador lleva dos carreras en 2016 y en ambas se ha subido al podio: tercero en la Vuelta al Algarve y segundo en la París-Niza. En ambas ha ganado Geraint Thomas, pero el español ya ha recortado un puesto y ha reducido las diferencias hasta esos 4 segundos que son récord de esta carrera. En una cabeza de campeón como la suya, los segundos puestos son derrotas. Pero en el fondo sabe que hay una progresión imparable… La próxima parada será la Volta a Catalunya, del 21 al 27 de marzo. Allí se encontrará a Chris Froome y Nairo Quintana. Y también a Thomas. Mientras, el Tour de Francia asoma allá por julio.