Valverde afrontará el reto de la clásica del sterrato bajo la lluvia
Según los partes meteorológicos, habrá fuertes tormentas y temperaturas de unos diez grados. Sagan, Stybar y Van Avermaet, también favoritos.
La Strade Bianche, carreteras blancas en su traducción al castellano, llega a su décima edición. A pesar de su corta historia, muchos aficionados la han convertido en una prueba fetiche por sus tramos de tierra. Especialistas y pelotón se dividen entre admiradores y detractores. La belleza de la medieval Siena y los paisajes de la Toscana son indudables, pero el molesto polvo provoca también un profundo rechazo. En este 2016 presentará 52,8 kilómetros de sterrato (del total de 176), distribuidos en nueve secciones. Y la previsión de lluvia puede transformar la carrera en un barrizal, como el de la etapa que ganó Cadel Evans en el Giro de 2010.
Según los partes meteorológicos, habrá fuertes tormentas y temperaturas de unos diez grados desde las 14:00 hasta las 17:00 horas, durante la fase decisiva. La Strade suele romperse en el sinuoso sube y baja de los últimos 20 km... y se resuelve casi siempre en Santa Caterina, una pronunciada cuesta adoquinada al 16% que da acceso a la magnífica Plaza del Campo, la meta donde cada 2 de julio y 16 de agosto se celebran los tradicionales Palios (los distritos de la ciudad se miden a caballo).
Alejandro Valverde, tercero en 2014 y 2015, inicia su novedosa temporada de clásicas con el cartel de favorito: “Me noto con buenas piernas y motivado”. Como otro que no ha tomado Siena, Peter Sagan (segundo en 2013 y 2014), ansioso por estrenarse con el maillot arcoíris. Zdenek Stybar defenderá el título que consiguió en 2015 frente a más rivales de entidad: Van Avermaet, Cancellara, Nibali, Gesink, Kwiatkowski, Benoot o Bakelants. El leve terremoto que se sintió en la Toscana quedará en nada ante la batalla que prometió Sagan en la conferencia previa: “La Strade Bianche es única en el mundo y todos la queremos conquistar”.