Un Nibali descomunal consigue conquistar la Montaña Verde
El italiano es el nuevo líder en Omán tras imponerse en la tremenda subida a Jabal Al Akhdhar. Sólo le aguantó Bardet, pero sucumbió en el último sprint. Tour de Francia 2017 en directo online: Etapa 19
El Tiburón Nibali ha vuelto. La subida a Jabal Al Akhdhar, la Montaña Verde de Omán, prometía sacar las primeras conclusiones sobre un gran puerto para el puñado de ciclistas importantes que se han dado cita en la carrera asiática. Y la primera es que el italiano, ganador en esta misma cima en 2012, está en el buen camino. Fue el más fuerte en una ascensión donde sólo Bardet aguantó la rueda hasta la rampa final, donde acabó doblando la rodilla tras otro tremendo hachazo del italiano a falta de 300 metros.
La verdadera batalla, cuando la fuga del día de 10 hombres ya agonizaba, comenzó a pie del quizá primer gran coloso de la temporada. La Montaña Verde, este año endurecida hasta los 7,5 Km de ascensión al 10,5%, es una subida sin ninguna vegetación, donde el sol asfixia por la falta de sombra y, en varios tramos, las rampas superan el 15%. El Astana, además, se encargó de imponer ritmo desde el principio, con Grivko y Agnoli, siendo Jakob Fuglsang el último escudero de Nibali cuando el grupo ya se había seleccionado. En él aguantaban además de Bardet y los dos Astana, el luso Costa, el eritreo del Dimension Data Kudus (que también lo intentó) y un Tom Dumoulin que aseguró sentirse bien tras haber trabajado muy duro en invierno: “Mejor de lo que esperaba”.
Pero Nibali se veía superior al resto y a falta de dos kilómetros lo probó: “Intenté atacar para ver si me podía ir solo, pero era tan duro que se hacía difícil abrir hueco”. De todas formas casi lo consiguió, salvo porque Bardet, otro al que se le está viendo muy fino en este arranque de año, se agarraba a su rueda. Viendo que no podía dejar al del Ag2r, se guardó fuerzas para la última rampa: una tremenda recta a más del 13%. Ahí volvió a esprintar y Bardet intentó responder… hasta que tuvo que sentarse en la bici desfondado mientras veía cómo Nibali levantaba los brazos y se convertía en el nuevo líder de la carrera.
Y, tras apenas tomar un respiro, fue recibiendo una a una las felicitaciones de sus compañeros mientras reafirmaba la idea que repite desde que llegó a la carrera omaní: “Me siento muy bien”. Todo con el rostro, al menos en apariencia, mucho menos desencajado que el resto de rivales que iban llegando a meta. El Tiburón, que quizá dejó alguna duda en su debut en San Luis, las disipó este viernes con un triunfo de mérito. Ha vuelto con fuerza.