La Unión Ciclista Internacional (UCI), representantes de las 18 escuadras y de las 27 pruebas del World Tour, además de las asociaciones de los corredores, se han reunido durante dos días en un seminario en Barcelona. Y, según la UCI, han “acordado los detalles para la reestructuración” de la competición tras “dos años de diálogo”. No obstante, el movimiento no cuenta con el respaldo de ASO, dueña del Tour y la Vuelta, y sus aliados... un importante escollo para que las medidas se adopten.

Aun así, la UCI ha anunciado un pacto para la reforma del World Tour de cara a 2017 basado en "la estabilidad" y en cuatro puntos: "Credibilidad, globalización, involucrar a los aficionados y fortalecimiento de la pirámide". Además, se repartirán licencias de tres años para las carreras y los equipos “para fomentar una mayor inversión” y “garantizar el futuro del ciclismo”.

Una de las novedades es la creación de un Grupo de Trabajo para el Calendario, administrado por la UCI, con un representante de la AIGCP (formaciones), otro de la AIOCC (organizadores) y un observador de los ciclistas, con el fin de asesorar al Consejo Profesional sobre el calendario UCI World Tour. Respecto a las carreras y los equipos, se otorgarán licencias por tres años (2017-2019) en ambos formatos. Mientras las competiciones pueden crecer en número (27 en este 2015 y en 2016) mediante un sistema de evaluación durante la campaña previa, en las escuadras se fija el límite en 18, sin ascensos ni descensos.

Brian Cookson, presidente de la UCI, expresó su satisfacción por el entendimiento alcanzado: “Esta reforma respeta los derechos existentes, garantiza la estabilidad para los organizadores y los equipos y anima a los interesados a trabajar juntos, en última instancia para reforzar la credibilidad y la integridad del ciclismo. Todos necesitamos sentirnos responsable de la imagen de nuestro deporte y que sea más sostenible”. Sin embargo, habrá que esperar a que se pronuncie ASO.