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CRITÉRIUM DE SAITAMA

Airán, el español que halló su hueco en un equipo nipón

El ciclista de Tarrassa llegó a ser campeón de Europa en pista, corre en el Matrix Powertag nipón y ha participado en el Criterium de Saitama.

Japón
Airán Fernández y Purito se escaparon juntos en Saitama.

Airán Fernández Casasola encontró en Japón el camino para seguir su carrera ciclista. Campeón de Europa Sub-23 en pista (en madison con Sebastián Mora) y que estuvo en las filas del Caja Rural y el Vini Fantini italiano, el de Tarrassa nunca pensó que la oportunidad le llegaría desde la otra punta del mundo. “Me llamaron y me hicieron una buena oferta, dudé poco”, cuenta el corredor del Matrix Powertag nipón, que tiene pensado renovar y cumplir su tercera temporada en esta formación donde corren con éxito dos españoles más, Benjamín Prades y José Toribio.

“Aunque siempre está la idea de volver a correr a Europa, cada vez es más difícil encontrar un hueco, mientras que el ciclismo japonés cada vez cuenta con corredores de más nacionalidades y eso le hace avanzar más rápidamente”. De hecho, los ciclistas nipones empiezan a asomar la cabeza en los equipos más potentes y, este año, Japón ha contado hasta con nueve formaciones continentales. “En estos tres años se ha visto una evolución brutal. Los equipos se fijan mucho en cómo se corre en el World Tour y están dejando el ciclismo caótico que tenían por uno más organizado”, explica.

Pero, además del componente profesional, hay otro más personal por el que Airán ha encontrado su sitio en el ciclismo nipón: “Es muy fácil adaptarte, la gente es muy amable y te acoge muy bien. Te hacen sentir como en casa”. Uno de los culpables de esa rápida adaptación fue su compañero Chikara Wada, al que le unía una gran amistad y que falleció por un accidente en un entrenamiento: “No debíamos ni estar aquí, pero habíamos venido antes porque un compañero se casaba. Fuimos a entrenar y, cerca de casa, en una bajada, él se adelantó. De pronto le vimos tirado en la carretera sangrando. Llamamos a la ambulancia pero no pudieron hacer nada”.

Un golpe para la que es su "familia” en su país de acogida, su equipo. A la de España “siempre se la echa de menos”, pero como explica, “tal y como está la cosa allí, que no hay equipos, es difícil volver. Además, voy a cumplir 27 años y ya no tengo las oportunidades que tiene un Sub-23”.

Cuenta que Purito, con el que ha coincidido estos días estos días y con el que protagonizó una de las escapadas del Criterium de Saitama, es uno de sus referentes: “No sólo como ciclista sino porque es un buen tío. Cuando empezaba siempre me echó una mano. Cuando eres joven, que un ciclista así te ayude siempre hace ilusión. Y luego encima ves que es un enorme profesional, capaz de meterse 7.000 metros de desnivel en los entrenamientos. Nadie le ha regalado estar dónde está”. Afirmación que tiene más valor viniendo de alguien que se vio obligado a cruzar medio mundo para encontrar su hueco en el pelotón.
et (6-1) y su pase a la final.